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VILLARREAL CF

La opinión de José Luis Lizarraga | El huracán Emery y el tsunami Setién en el Villarreal

La gran decisión del club es apostar por la continuidad del nuevo técnico o dar un viraje al estilo Luis García y Calleja

El relevo de Emery por Quique Setién ha provocado una crisis en el Villarreal CF. MANOLO NEBOT

La espantada de Unai Emery ha desatado una gran tormenta en el Villarreal. Hacía mucho tiempo que no escuchaba una respuesta tan unánime de la afición grogueta contra un técnico como la del domingo en el Ciutat de València contra Quique Setién. El fútbol responde habitualmente a reacciones viscerales. Cuando oía los cánticos de “Quique veta ya”, pensé que el gran culpable de todo lo que le ha pasado al Villarreal tiene un nombre propio y con mayúsculas: Unai Emery. Después de su salida por la puerta de atrás del club, tras haber escuchado tantas veces de su boca el cariño y la lealtad que dispensaba a la familia Roig, lo feliz que se sentía en el club y conociendo los entresijos de la planificación de la actual plantilla obra suya y con decisiones que no estaban en consonancia con la política del club, uno piensa que en el fútbol hay mucha hipocresía y deslealtad. Y también intereses creados a su alrededor.

La decisión del relevo de Emery

La decisión del relevo de Emery sorprendió al mundo del fútbol, porque Setién llevaba más de dos años apartado del ruedo, como el propio ha reconocido en sus intervenciones. Es una apuesta, arriesgada o no, pero si del club, interpretando que continuaba con su filosofía. Cada aficionado del Villarreal, seguramente, tendría su opción preferida para el banquillo, igual que en la confección de cada once. A mí me parece injusto evaluar la tarea de un entrenador por tan solo 12 días de trabajo que se cumplieron el domingo ante el Mallorca. A los presidentes de Gobierno se le solían dar 100 días, aunque eso era antes porque la primera ministra británica Liz Truss solo tuvo 45 tras relevar a Boris Johnson.

El dogma de Setién

Dicho esto, me parece demasiado dogmática la actitud de Setién. Un técnico no puede llegar a un equipo armado, desde hace dos años y medio, y cambiarlo todo. Arriesgado y poco prudente. Si su propuesta es la más adecuada, cada uno tendrá su opinión, se requiere un tiempo para implantarla. El Villarreal de Emery también andaba titubeante en LaLiga y mostraba cierta irregularidad, pero competía. El Villarreal de Setién ha dejado más sombras que luces. La imagen ante el Mallorca fue alarmante. 

Setién ya anunció que necesitaba un tiempo para readaptarse después de estar alejado del fútbol profesional. El conocimiento de sus nuevos jugadores era limitado. La plantilla, es obvio, no se ha adaptado bien a su estilo, muy diferente al de Emery. La exigencia en la élite es muy alta. El éxito de un entrenador es lograr el máximo rendimiento. Cada uno con su estilo, como lo lograron Pellegrini, Marcelino o Emery.

La continuidad o no de Setién

El Villarreal tiene un prestigio. Es muy posible que recibir tantas loanzas no sea a veces bueno y te haga perder la humildad y la capacidad para escuchar. Y también pienso que el paraguas ha dejado de cubrirnos de la lluvia, porque el peso de tanta alabanza se ha quebrado y nos ha dejado al descubierto de la borrasca. Tiempo de reflexión. Las ideas deben estar claras para aceptar los errores con sensatez y con la cabeza alta, igual que cuando los piropos te abruman. La decisión es vamos a muerte con Setién o damos un volantazo como se hizo con Luis García y la vuelta de Calleja. Pero el Villarreal debe alejar la tormenta con o sin paraguas. 

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