Centenario del Villarreal CF | El Madrigal: toda una historia

La historia ya centenaria del Villarreal CF ha estado ligada siempre a un solo estadio, una realidad a los pocos meses de que el club viera la luz.

El campo de deportes que se inauguró el 17 de junio de 1923 en la partida Madrigal de Vila-real, dos años después, ya pasó a denominarse Campo de El Madrigal. Esa fue su nomenclatura hasta que, en el 2017, pasó a llamarse Estadio de la Cerámica. Durante todos estas décadas, con distintas remodelaciones, ha albergado encuentros de diferentes categorías, desde regional hasta un par de semifinales de la Champions.

Los terrenos eran propiedad del presidente fundador del CD Villarreal, José Calduch Almela. Los vendió posteriormente a Vicente Marmaneu Ballester para, ya en 1942, que pasaran a ser de titularidad municipal. De unas dimensiones iniciales de 92x47,5 metros, se pasaron, tras una ampliación del terreno de juego allá por 1952, a una superficie de 104x65.

Después del primer ascenso a Tercera División en la temporada 1955/1956 se realizaron nuevas obras de remodelación en El Madrigal, con la construcción de la tribuna cubierta y la mejora de la grada de general, con lo que el aforo alcanzaba las 4.500 localidades.

Luego, tras el primer ascenso del Villarreal a la Segunda División en 1970, se acometió la ampliación de la grada sur, en 1971. El Madrigal ganaba entonces, aproximadamente, unas 2.500 localidades, pues el gol sur podía albergar a cerca de 3.500 espectadores, con lo que la capacidad quedaba ya en unos 7.500 aficionados.

Ganando en capacidad

En 1988 se volvió a acometer otra remodelación de envergadura con la demolición de la vieja tribuna cubierta para proceder a levantar una más moderna y de mayor capacidad, así como la ampliación del fondo norte. La nueva inauguración fue un 8 de marzo de 1989, en un amistoso del Villarreal de Benito Floro que militaba en Segunda B contra el Atlético.

En el verano de 1997, ya con Fernando Roig como presidente, concluyó la nueva grada de preferencia de seis filas con marquesina y con capacidad para 1.300 localidades de asiento. Una vez con el conjunto amarillo en Primera (1998), el terreno de juego de El Madrigal fue levantado y el gol sur derribado para dar inicio a otra reforma de todas las gradas con el objetivo de poder albergar encuentros de la máxima categoría. Por aquel entonces, el aforo era de 17.000 espectadores.

El club, en el verano del 2001, procedió a la ampliación de la grada de preferencia y cerró el córner con esta zona, llegando El Madrigal a tener una capacidad de 23.000 localidades. Cuatro años después se volvió a reformar el estadio, al clasificarse por primera vez para la Liga de Campeones, debido a que la UEFA exigió unas condiciones especiales para la disputa de los partidos.

Tras esta actualización, en la que se retiraron algunas filas, El Madrigal quedó con una capacidad de 21.000 localidades y un terreno de juego de 105x68. En el 2008, con la segunda clasificación del Submarino para la Champions, se construyó otra grada encima del fondo norte, con el fin de albergar a la afición visitante.

Hacia el presente

Ya en el año 2017, El Madrigal pasó a denominarse Estadio de la Cerámica con una completa remodelación de la fachada del gol sur. El último paso ha sido la reforma realizada desde la conclusión de la anterior temporada hasta la inauguración, el pasado 31 de diciembre del 2022 frente al Valencia, quedando un flamante Estadio de la Cerámica, convertido ya en un estadio cinco estrellas e icono de Vila-real.