Primera División

La crónica | El Villarreal no marchita la flor del Sevilla (2-1)

El fútbol pragmático de Mendilibar se impuso a la mejor propuesta de un Submarino que mereció mucho más

Pedraza pelea un balón aéreo.

Pedraza pelea un balón aéreo. / José Manuel Vidal

El Sevilla sigue cultivando su flor. Su apuesta por el fútbol directo sigue sumando puntos. Mendilibar ha importado para el Pizjuán un juego nada estético, pero que le sigue dando triunfos. En el descuento y en un balón aéreo mal defendido, En-Nesyiri encendía la caldera del coliseo del Nervión y la ponía a ebullición. El partido estaba más próximo al 1-2 que al 2-1, pero el florero del técnico vasco mantiene su vigor primaveral y le dio un triunfo que aleja la penitencia que sufría el Sevilla para huir del descenso, mientras el Villarreal fundía sus opciones de Champions definitivamente. Ahora toca pelear con Betis y Athletic por las plazas de Europa League o Conference. Injusta y dolorosa derrota para los de Setién.

No fue precisamente la fiesta del fútbol. Sevilla y Villarreal, mejor dicho Mendilibar y Setién, jugaron a lo que saben. Cada uno a su estilo. Los locales con una presión alta sobre la canalización del juego desde atrás del Submarino, con transiciones muy rápidas con balonazo para Rafa Mir, y el Submarino apurando al máximo la salida del balón desde el área. El juego era lento y trabado, con un Villarreal blando y errático en el pase, a pesar de la apuesta claramente ofensiva de Setién, con Lo Celso por detrás de los puntas, escoltado por Parejo y Terrats. En ataque los tres puntas habituales cuando no está Gerard: Yeremy, Chukwueze y Morales. Mandi mantuvo el sitio en el once por la sensible baja de Albiol.

El 1-0, de Rafa Mir

El Sevilla tuvo más brillo por los errores del Villarreal, que por su iniciativa en el juego. El partido no tenía ritmo y a los de Setién les faltaba un punto de tensión. Dos avisos de Suso fueron el preámbulo del 1-0 de Rafa Mir, fabricado por un malentendido entre Parejo y Yeremy Pino. Un gol de feria de abril, que enmarcaba los titubeos defensivos del Submarino.

Solo Gio Lo Celso tenía la bombilla encendida en ataque. Del buen pie del argentino salieron las mejores acciones groguetas, durante el cuarto de hora final del primer tiempo, que coincidió con los mejores momentos del partido y de los de Setién. 

Gol anulado

Y por un pie, no llegó el empate del Villarreal, al revisar el VAR un centro-chut de Yeremy Pino, que Jackson sobre la línea de meta mandó a la red. Fuera de juego milimétrico. Y en el descuento, Suso estrello un balón al palo. Tocaba resetear y tomar la iniciativa ante un Sevilla con muy poco fútbol.

Parejo y Oliver Torres, en acción.

Parejo y Oliver Torres, en acción. / José Manuel Vidal / EFE

Lo Celso se erigió el boss del partido. El argentino quería jugar al fútbol ante la renuncia del Sevilla. La entrada del Villarreal en el juego mejoró y el partido empezó a decantarse por el único equipo que intentó hacer algo por el fútbol. A los 10 minutos llegó el premio con el 1-1, que subió al marcador con el guion de suspense del VAR a un balón rematado por Pau encima de la línea de meta. Empezaba un nuevo partido, que ya había adquirido tinte groguet. 

Setién ordenó los cambios y en esta ocasión no se mejoró. La entrada de Capoue, quien parece perdido en los esquemas de Setién, trajo desorden, aunque inyectaba fuerza. 

Desenlace

El Villarreal buscaba el triunfo, volcado sobre un Sevilla sometido. Y en el descuento llegaba el mazazo con el 2-1 de En-Nesyri. Sí, el fútbol es así, reza el tópico y se podría añadir también de cruel. Adiós a la Champions, que no se perdió en Sevilla, sino en partidos como los de Elche, Mallorca, Cádiz o rivales como el Valladolid o Rayo. Injusto pero real

Suscríbete para seguir leyendo