VILLARREAL CF

La crónica del Celta-Villarreal | Europa, una misión casi imposible (3-2)

El Villarreal CF es víctima de sus propios errores y cae en Balaídos ante un Celta que jugó casi todo el partido con uno másn

La expulsión de Comesaña y el penalti de Baena condenan a los de Marcelino

Sorloth durante una acción en Balaídos.

Sorloth durante una acción en Balaídos. / EFE

Ismael Mateu

Ismael Mateu

El Villarreal CF se ha despedido este domingo prácticamente de jugar competición europea la próxima temporada. Las matemáticas todavía lo hacen factible, pero cierto es que remontar 7 puntos con solo 12 por disputarse ahora mismo se antoja casi imposible. El Submarino se dejó una victoria que pudo conseguir sin problema alguno víctima de sus propios errores. 

Los de la Plana Baixa, que muy pronto se pusieron por delante en el marcador, se pegaron dos tiros en los pies y se autocondenaron a la derrota. El primero Cosemaña, con una expulsión evitable con 0-1 a favor, que dejó el Villarreal con 10 desde el minuto 17. Y el segundo, poco después, fue Álex Baena, que agarró incomprensiblemente a Iago Aspas en el área en una acción sin peligro alguno.

Dos errores que condicionaron mucho a un conjunto amarillo que aun así dio la cara y, pese al 3-2 final, el resultado pudo ser de empate 3-3 e incluso de 2-3.

Los jugadores del Villarreal celebran el 0-1, obra de Alberto Moreno.

Los jugadores del Villarreal celebran el 0-1, obra de Alberto Moreno. / EFE

La jornada dominical no comenzaba nada bien para el Submarino. El triunfo del Real Betis frente al Atlético Osasuna en El Sadar (0-2) complicaba muchos las opciones europeas del conjunto amarillo y exigía a los groguets a tener que ganar para, al menos, mantener la distancia de cuatro puntos con la 7ª plaza que había antes de iniciarse la jornada.

Pese a ello, el Villarreal salió motivado, con el subidón de la sorpresa del club de colocar fotografías de las madres de cada jugador en su lugar en el vestuario con motivo del Día de la Madre. Para el Celta era una final casi definitiva en la que alejarse del ascenso y de ello y los consiguientes nervios se aprovecharon los de Marcelino en los inicios.

Jorge Cuenca.

Jorge Cuenca. / VILLARREAL CF

El técnico asturiano repitió el mismo once que tan buen fútbol hizo ante el Rayo Vallecano, con goleada incluida. Y la apuesta le salió bien, aunque solo un poco más que un cuarto de hora de partido. El inicio amarillo fue arrollador, dominando el juego, triangulando y convirtiendo el encuentro en un rondo con camisetas, árbitros y público. Ilias Akhomach estaba de dulce y cada vez que entraba por la derecha dejaba roto al joven vigués Hugo Álvarez. 

Tanto el hispano-marroquí como Sorloth y Guedes se asociaban con Parejo y Álex Baena, y el Villarreal se gustaba por momentos.

Hasta tal punto que, a los 12 minutos, una triangulación que comenzó por la derecha, terminó con un trallazo de Alberto Moreno, que fusiló al meta Guaita para poner el 1-0 en favor de los groguets.

Cambio radical

Un tanto que daba alas e invitaba al optimismo, especialmente por el juego y las sensaciones. Pero el panorama cambió muy pronto. Solo cinco minutos después, Santi Comesaña le hizo una dura entrada a Swedberg que en un primer momento fue sancionada por el árbitro Soto Grado con amarilla pero, a instancias del VAR, rectificó y terminó sacándole la roja directa. Era el minuto 17 y el Villarreal se quedaba con un hombre menos. Tocaría remar como en Bilbao.

El Celta aprovechó el giro de timón que, sin buscarlo ni merecerlo, había dado el encuentro y comenzó a subir sus líneas.

Y también sin buscarlo, por otro error incomprensible de un jugador amarillo, Álex Baena cometió un claro penalti sobre Iago Aspas agarrándole dentro del área cuando el gallego le regateó pero se iba hacia el córner. ¡Increíble!

La pena máxima la aprovechó el Príncipe de la Bateas para igualar el duelo, estableciendo el 1-1 que espoleaba a los locales que buscaron el segundo antes del descanso por medio de Larsen: primero con un paradón a bocajarro de Jörgensen, en el 37’, y dos minutos después, el propio danés cabeceaba a la red un buen centro al área de Damián Rodríguez (2-1).

Roza la gesta

El Villarreal no bajó los brazos en la segunda mitad y, pese a la inferioridad, buscó el empate e incluso la victoria. Marcelino introdujo a Cuenca, Pedraza, Coquelin y Morales en busca de la reacción.

Una proeza que casi consigue un Submarino que no desfalleció. Jörgensen evitaba el tercero y De la Torre mandaba un balón al poste antes de la hora de partido, instante en el que Guedes, concretamente en el 65, enmudecía Balaídos con un buen gol de remate de primeras a pase de Sorloth (2-2).

El partido se convirtió en un toma y daca en el que Sorloth tuvo dos clarísimas para anotar el tercero, pero falló, y fue el Celta por medio del griego Douvikas, que le ganó la espalda a la zaga amarilla, anotaba el 3-2 y finiquitaba un choque en el que el Villarreal se complica, y mucho, unas opciones de jugar Europa la próxima campaña que ahora son remotas. 

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