Todo apunta a que no hay marcha atrás y que el 11 de diciembre será el día en el que se materialice la certificación del aeropuerto de Castellón. A partir de ahí, será la compañía gestora la que decida cuándo llega el primer vuelo.

La directora de Operaciones y Mantenimiento, Ivana Guinot, de la empresa SNC Lavalin, explicó a este diario que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) no ve trabas a la inminente certificación del recinto de Vilanova d’Alcolea. La empresa que explotará el aeropuerto añadió que, de este modo, se sigue cumpliendo el calendario previsto y, salvo problemas de última hora, la infraestructura estará en condiciones de recibir las aeronaves la segunda semana de diciembre.

La delegada de la multinacional canadiense detalló que “a finales de noviembre o principios de diciembre” se certificará la infraestructura “y en tres o cuatro días podría estar finalizado el aspecto burocrático que requiere este tipo de trámites”, por lo que entrará en vigor la citada certificación el día 11 de diciembre.

Ivana Guinot, no fijó fechas, pero sí anunció que la previsión de Lavalin es que el aeropuerto comience su andadura operando un vuelo al día durante los cinco días a la semana que está previsto que esté abierto. “No se puede comenzar más rápido. No es fácil poner en marcha un aeropuerto, ni el de Castellón ni ningún otro, así que a corto plazo contaremos con un vuelo al día e intentaremos crecer de forma paulatina. Hacerlo rápidamente sería una cosa contraproducente”.

La directora de Operaciones y Mantenimiento hizo estas manifestaciones durante una mesa redonda celebrada en las XIX Jornades Culturals de la Plana de l’Arc, que se están celebrando en Vilanova d’Alcolea. Junto a ella estuvo el catedrático de la Universitat Jaume I Diego López y el portavoz del grupo ecologista Gecen, Francisco López, quien fue muy crítico con el proceso de construcción del aeropuerto y pidió que se abandonara la infraestructura “para evitar que nos siga costando tanto dinero a quienes no hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Además, denunció la contaminación acústica “que padecerán los vecinos” y que con el gasto que se invertirá en su explotación se podría mejorar la “educación y sanidad”.

La responsable de Lavalin no habló del aspecto comercial de la explotación del aeropuerto. Dijo que es una labor que se está llevando a cabo desde la delegación francesa de la firma y que no se pueden cerrar acuerdos hasta que no esté abierta la instalación. Lo que sí que apuntó Guinot es que están ultimando la redacción de un plan de vigilancia ambiental para preservar el entorno y garantizar el cumplimiento de la ley. “Un aeropuerto puede dinamizar la comarca y generar tejido industrial” defendió. H