La Subdelegación del Gobierno en Castellón ha impuesto una sanción de 900 euros a cada una de las cinco activistas antitaurinas de Gladiadores por la Paz, que saltaron a la plaza de toros de la capital de la Plana, tras la muerte del primer eral de la novillada sin picadores, que se celebró el jueves de la Magdalena. Varias de las jóvenes fueron reducidas por vigilantes de seguridad del coso castellonense.

El expediente considera que las activistas saltaron al ruedo «con la intención de impedir la continuación del espectáculo taurino, lo que supuso una alteración del orden público». La ley de Seguridad Ciudadana califica esta acción como grave, lo que acarrea una sanción que oscila entre los 601 euros y los 30.000 €. En este caso, debido a la «necesaria proporcionalidad» que recoge la misma normativa, se ha impuesto igual cuantía que al holandés que saltó al coso en la Magdalena del 2016.