Tras cuatro largas e intensas jornadas de rodaje, y semanas previas de castings, montaje de decorados y preparativos, Juego de Tronos se despidió ayer de Peñíscola con la última grabación en el paseo de ronda de la plaza Santa María. Y, por fin, esta vez, y pese a los esfuerzos del personal de la productora para impedir que se sacaran fotos de los protagonistas o de escenas de la sexta temporada, los medios gráficos pudieron hacer su trabajo. Así, pudo verse a los actores Conleth Hill y Peter Dinklage en plena faena, encarnando el papel de dos de los protagonistas de la exitosa serie.

También fue posible captar imágenes de ambos en los cortes del rodaje, que aprovecharon para cambiar impresiones con los productores y equipo técnico, o para que les retocasen el maquillaje. Instantes que Conleth Hill también empleó para fumar y Peter Dinklage para hidratarse. Y es que, además de soportar largas horas de rodaje, también sufrieron los rigores del calor provocado por un sol de justicia.

Asimismo, de nuevo, un grupo de Inmaculados, completamente uniformados, irrumpía en escena, en formación, cruzándose con varios habitantes de Meereen en las escalinatas que, desde la calle Sainz de Carlos, dan acceso a la parte superior del ágora.

Pero la actividad no se centró únicamente en ese recinto. En otros puntos que, durante los días previos, sirvieron de escenario del rodaje, varios operarios se afanaban en desmontar los decorados. Así, hoy, la Ciudad en el Mar vuelve a la normalidad hasta el 17 de octubre, cuando está prevista la llegada de otra producción, esta vez española: la del Chiringuito de Pepe. Juego de Tronos se despide, al menos por ahora, después de transformar la localidad, por unos días, en el Hollywood castellonense y dejando una estela de prosperidad y larga vida al municipio como ciudad plató.