El Club Balonmano Vinaròs continúa fiel al legado de una entidad deportiva con 44 años de historia, que ha sabido adaptarse a los difíciles tiempos que vivimos. Mermado de recursos pero dispuesto a mantener su decidida apuesta por fomentar el balonmano entre los más jóvenes, el club acometió una profunda renovación hace tres temporadas, que le llevó a prescindir de los equipos femeninos para garantizar la pervivencia de la entidad.

Poco a poco los esfuerzos del CB Vinaròs van dando sus frutos, y en estos momentos cuentan con cuatro equipos de base: alevín, infantil, cadete y juvenil. Además, y por primera vez en muchos años, toda la plantilla del sénior está integrada por jugadores formados en la cantera, tras el pase al primer equipo de Aitor Aragonés, Rubén Abella e Ian Cuartiella. A ello se suma que el portero del juvenil, Kevin Bismarch, y los jugadores de dicho equipo Sebas Fibla, Gabriel Martorell, Martín Redó y Martín Guimerà acostumbran a ser convocados con el sénior.

Un equipo que milita en la Primera Autonómica con una media de edad de 19 años, y con el que se están sentando las bases para un futuro retorno a la Segunda Nacional, y quién sabe si a Primera Nacional, en un proyecto cien por cien de cantera.

El club promueve además toda una serie de iniciativas para promocionar el balonmano entre los más jóvenes de Vinaròs. La última de ellas ha sido organizar entrenamientos gratuitos para jugadores en edad alevín, los miércoles y los viernes de 18.00 a 20.00 horas, aprovechando la repercusión del triunfo de la selección española en el último Mundial. Pero también siguen organizando una liga escolar para edades de 8 a 11 años y en las próximas fiestas de Sant Joan celebrarán una nueva edición de su popular torneo de balonmano playa, todo un clásico del mes de junio.

Entre los equipos de base destaca el juvenil, campeón invicto en su liga, que disputará la fase de ascenso a Primera Autonómica. Un objetivo que tiene cerca el cadete, que ahora es segundo a solo dos puntos del primer clasificado. Mientras, los chavales del infantil y el alevín se esfuerzan sin cesar y cada vez muestran un mayor nivel dentro de una progresión constante.

El club está allí donde se vive el balonmano, lo que hoy les llevará hasta Alcanar (Tarragona) para unos partidos amistosos, y en breve jugarán en Sant Carles de la Rápita (Tarragona). H