Temporada nueva, pues borrón y cuenta nueva. Este podría ser el planteamiento con el que los autores de la ya serie de culto Homelandse están enfrentando a la quinta temporada de la popular producción de intriga, una nueva entrega de la que su creador y showrunner, Alex Gansa, dio unas breves -pero muy interesantes- pinceladas en una multitudinaria rueda de prensa celebrada en Los Ángeles. A saber: el personaje central, Carrie Mathison -interpretado por la actriz Claire Danes-, deja por fin la CIA y cambia de trabajo, y la trama central da un salto en el tiempo de dos años y medio adelante y se situará en Europa.

Y hasta aquí quiso leer Gansa en su intervención en el ya tradicional festival de series PaleyFest, que se celebró en el Dolby Theater de Los Ángeles, y al que también asistió la gran estrella de Homeland, la rubia Claire Danes. Pero la presión al que fue sometido Gansa le obligó a apuntar algún pequeño dato más: que el rodaje de la serie en Europa, donde se desarrollaría el grueso de la trama, «probablemente sería Alemania», para a continuación advertir de que no podía «decir una palabra más». Y lo cumplió, con evasivas y silencios. Algo nada complicado para un experto como él en retorcidas historias de intrigas y espionaje de altos vuelos.

¿Y cuándo se estrenará la quinta temporada en la cadena estadounidense Showtime? Silencio. ¿Y qué pasa con la hija de Carrie y el malogrado Brody (el actor Damian Lewis)? Silencio. ¿Volverá Saul Berenson (Mandy Patinkin) a la CIA? Silencio. ¿Regresará el despechado Peter Quinn (Rupert Friend) de su misión secreta? Silencio ¿Y..? Más silencio.

El pasado mes de enero, el director de Showtime Networks, David Nevins, ya comentó que la producción «no va a quedarse ahora y siempre en EEUU, y en las relaciones entre el Gobierno estadounidense y el mundo musulmán». En este aspecto, que no toca directamente el argumento de la nueva temporada, sí se explayó un poco más Gansa: reconoció que el poder hacer unos guiones lo más conectados directamente con la realidad política y social del momento es «el desafío cada año. Lo que ahora está sucediendo en Siria y en Irak está en el centro de todo», ha explicado. También reconoció que se intenta «humanizar» a los adversarios de los protagonistas, aunque también dijo ser consciente del peligro que eso entraña: «¿Tal como presentamos a esos adversarios, ¿les estamos dando una imagen positiva?», reflexionó con esta pregunta (retórica, por supuesto).

Precisamente este planteamiento de humanizar al malo provocó algunos problemas políticos con la cuarta temporada de Homeland,que se desarrolló en Pakistán ( aunque se grabó en Sudáfrica): el Gobierno de ese país se molestó mucho por la imagen que daba la serie de colabora estrechamente con los talibanes. Pura ficción, seguro.