En la comisión de investigación del Parlamento catalán sobre el fraude fiscal y la corrupción comparecieron ayer tres hijos de Jordi Pujol y Marta Ferrusola: Marta, Oriol y Pere. De nuevo mucha expectación ante la comparecencia después de la intervención estelar del primogénito la pasada semana. De nuevo las expectativas quedaron muy lejos de resultar satisfechas, aunque las declaraciones alguna versión contradictoria depararon.

Marta (arquitecta) y Pere (socio de una consultoria ambiental) procuraron no entrar en cuestiones relativas al supuesto legado del fallecido Florenci Pujol, que sería el origen de la fortuna, y se extendieron en explicaciones más o menos genéricas. Sin embargo, la declaración de Marta aportó alguna novedad. La hija mayor aseguró que el supuesto legado se había repartido en siete partes y que cada cual había gestionado la suya a partir de 1992, aunque el mayor (Jordi) lo seguía tutelando. Oriol Pujol, el único de los hijos que se dedicó a la política y que dimitió por su imputación el caso ITV, mantuvo ayer que no tiene dinero en el extranjero (no habló del pasado) y que por lo tanto no ha regularizado cantidad alguna. No hubo manera de salir de ese punto oscuro y supuestamente contradictorio.