La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón sentó ayer en el banquillo de los acusados a A. I., de 52 años y nacionalidad rumana, acusado de un delito de violencia de género continuado y otro de detención ilegal por agredir físicamente a la que fuera su novia y dejarla encerrada con llave en su alquería de la Marjaleria de Castellón.

El procesado relató que conoció a su expareja por un chat de internet y que ella decidió venir desde Rumanía a vivir a Castellón con él. Sin embargo, el hombre negó en todo momento que ejerciera violencia sobre la mujer y que la tuviera vigilada.

Ella, en cambio, declaró por videoconferencia que él le propinaba puñetazos, le decía que era una “basura” y una “puta” y que la retenía en la casa en contra de su voluntad. Asimismo, la víctima reveló que fue ella la que decidió pedir ayuda desde un locutorio, escribiendo un mensaje de auxilio a una prima que tenía en Alemania. Esta persona, a su vez, advirtió de lo ocurrido a otro conocido en Madrid, quien llamó a la Policía Local de Castellón y dio la dirección de la casa.

“Cuando llegamos la afectada estaba muy nerviosa y nos pidió que nos la lleváramos de allí”, relataron los distintos agentes en el juicio oral. El acusado se enfrenta ahora a una pena de prisión de hasta nueve años. H