Lluvia a raudales y granizo. La provincia afrontó ayer su segunda jornada de tormentas eléctricas, en la que el aguacero fue todavía mayor que el registrado el jueves. Vinaròs alcanzó los 76 l/m² tras la tromba matinal y Benicarló sobrepasó los 70. En ambas localidades cayó también piedra, al igual que ocurrió en Llucena y Jérica, donde el granizo cubrió tejados y carreteras. En el Penyagolosa el pedrisco dejó un manto de hielo y la niebla cubrió Vistabella.

Aunque las precipitaciones más fuertes tuvieron lugar por la mañana, en Alcossebre la tromba descargó también por la tarde. La plaza Vista Alegre y el camino l’Atall quedaron inundados.

Las lluvias se concentraron, especialmente, en la madrugada del jueves al viernes. Castellón, Almassora, Burriana, Benicàssim, Orpesa y Cabanes amanecieron con anegaciones que evidenciaban las lluvias ininterrumpidas de la noche. En la capital la fuerte carga eléctrica del temporal causó algunas incidencias.

Un rayo impactó el jueves por la noche en una de las torres telefónicas que presta servicio a varios centros sanitarios de la provincia, según confirmó la Conselleria de Sanidad. Esta situación hizo que las líneas de algunos de ellos quedaran temporalmente sin servicio y fueran derivadas a otros ambulatorios para poder seguir atendiendo llamadas de pacientes. Ayer, a las 9.30 horas, se restablecía la normalidad.

22 ACTUACIONES // Los efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos no pararon de atender servicios durante la madrugada de ayer. En total, se desplazaron para colaborar en 22 incidentes por la lluvia. Achiques en garajes, trasteros y locales de Orpesa, Burriana, Alcossebre, Torreblanca y Vinaròs centraron las actuaciones.

Una vivienda del Camí Om Blanc de Almassora también sufrió anegaciones, aunque no requirió la presencia de los bomberos. Esta tarde cambia la situación meteorológica en Castellón. Las lluvias desaparecerán con las tormentas y el sol volverá a brillar. La estabilidad reinará en los cielos de la provincia la próxima semana y la ola de calor vivida durante el mes de julio retornará con la misma fuerza, según el catedrático de climatología de la Universitat Jaume I, José Quereda. Las mínimas experimentarán un ascenso de unos cuatro grados. Un cambio significativo que se notará, especialmente, de noche, que serán muy calurosas. H