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Rutas

Las rutas de la Guerra Civil en Viver (I): La reconstrucción tras la guerra

Epicentro de combates, Viver quedó destruida con daños superiores al 75%

Las rutas de la Guerra Civil en Viver (I): La reconstrucción tras la guerraMediterráneo

Iniciamos una nueva serie de rutas por Viver destinadas a conocer mejor lo que supuso la Guerra Civil en esta población del Alto Palancia.

En la primera ruta, realizamos un breve recorrido por las numerosas muestras del trabajo de Regiones Devastadas en Viver que han llegado hasta nuestros días.

Entre ellas cabe destacar el ayuntamiento, el colegio público, la plaza Mayor (cuya característica principal reside en que está completamente porticada) y la Casa Abadía. Son edificios muy sobrios que utilizan con profusión la piedra en zócalos, arcadas, esquinas, y el ladrillo de revestimiento. Los ventanales son amplios, cosa novedosa, pues hasta la fecha, las casas tenían pequeñas ventanas.

La mayoría de estos edificios fueron inaugurados ya en el año 1945, lo que da una idea del ritmo de trabajo en las obras.

En el mes de enero de 1938, en plena guerra civil, se crea el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones, bajó el auspicio del Ministerio del Interior, y se nombra jefe de este Servicio a don Joaquín Benjumea.

En diciembre de ese mismo año, el Servicio pasa a depender del Ministerio de la Gobernación, para convertirse en agosto del año 39, en una Dirección General. Regiones Devastadas nace con el propósito de reconstruir la devastación que la guerra ha causado, y más tarde, en su estrategia va a primar el desarrollo del campo sobre la ciudad, ya que casi sesenta y cinco por ciento de la población de la España de aquella época vive del campo.

Evaluación de daños

El personal de este nuevo Ministerio se dedicó a recorrer los antiguos frentes de Guerra evaluando los daños que las poblaciones afectadas habían sufrido. Viver fue declarada zona de actuación prioritaria, pues al quedar en el epicentro de los combates entre Nacionales y Republicanos, quedó literalmente destruido, con daños superiores al 75%.

En los años 40 del siglo XX, arquitectos y aparejadores comenzaron a elaborar un complejo conjunto de planos cuya intención era la de levantar un nuevo pueblo sobre los restos del antiguo.

Las tareas de reconstrucción comenzaron muy pronto, y aunque no se ejecutó todo el proyecto, sí gran parte del mismo.

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