La expectación que ha generado el Miura de Satine, que saldrá a las calles de Burriana el próximo sábado, día 10, ha reavivado en los mentideros taurinos el debate sobre qué localidad de la Comunitat fue la primera en adquirir un toro de esta legendaria divisa para los bous al carrer. Los vecinos del barrio San Roque de la Vilavella defienden que el primer Miura se soltó por sus calles el año 1956. También desde Massamagrell sostienen que fue esta localidad valenciana la primera en el año 1925, aunque no existe oficialidad que lo corrobore.
Donde sí hay documentos es en Burriana, que fue a la postre el primer municipio en conseguir tal hito. Así lo publica el libro Miura, a corazón abierto, de J. J. Diago y editado por Satine, que recoge unos documentos que confirman de manera oficial que el 7 de septiembre de 1948, hace exactamente 74 años, un Miura, de nombre Capuchino, fue el primer toro que salió de Zahariche con destino a los festejos populares.
Envió al hospital a 17 aficionados
Todo un acontecimiento, pues en aquella época, esta ganadería ya tenía bien ganada su leyenda negra, acrecentada en aquel momento, puesto que un año antes, otro Miura, Islero de nombre, se llevó por delante la vida de una figura de época: Manolete, que pasaría a engrosar la funesta lista de toreros que murieron en las astas toros con este hierro. De hecho, Capuchino causó pánico en las calles de la localidad de Castellón, enviando al hospital hasta 17 aficionados.
En aquella época, pocos eran los pueblos que podían permitirse el lujo de adquirir un astado de la A con asas. Burriana lo logró gracias a Juan Granell Pascual, un político local muy importante que compró este ejemplar y otro de Pablo Romero con motivo de las comuniones de sus hijos.
Una pieza única
La cabeza del astado Capuchino permanece ahora mismo en el Museu del Bou de Burriana por su gran valor histórico y sobre todo sentimental para esta localidad. Una pieza que se considera única que ya forma parte de la historia de Miura.
Ahora, el idilio entre la legendaria ganadería y Burriana seguirá 74 años después. Desde aquel Capuchino han sido varios los miuras que han salido a las calles de esta localidad, pero ninguno ha despertado tanta expectación como el que se soltará el próximo sábado, de nombre Zahonero. Su seriedad y su pavorosa cornamenta están en boca de todos los aficionados. Un reclamo para las fiestas de la ciudad, que acogerá, como ya ocurriera con Nubarrón en el 2019 a miles de aficionados de toda España para el gran acontecimiento taurino de la temporada.
