El secretario general de la Unió, Carles Peris, recomienda «prudencia» al sector citrícola ante la aparición de tratamientos alternativos contra la plaga del cotonet, y pide que se haga uso de «materias activas autorizadas y que tengan detrás un criterio científico».

Peris acoge con escepticismo un sistema que ha corrido como la pólvora en la Plana Baixa en las últimas semanas, difundido por las asociaciones de agricultores de Nules y Vila-real, que combina dos tipos de sustancias. Uno es un compuesto creado para la falta de zinc, y el otro son piretrinas para acabar con la temida cochinilla que deforma los cítricos en los huertos de la provincia.

Por parte de la Unió, su máximo responsable reconoce que el sector «se encuentra en una situación delicada» ante el avance del cotonet, pero anima «a seguir a los técnicos y las páginas web oficiales de sanidad vegetal, ya que las alternativas no tienen datos que acrediten su eficacia».

Dudas

«No ponemos en duda que haya productores a los que le esté yendo bien este sistema, y se comprende la situación de muchos ante esta plaga, pero hay que pedir que la gente no se desespere ni emplee sistemas y mezclas de productos que no están autorizados», comentó Javier Peris, quien advirtió de que ante este problema «podría desestabilizarse la imagen de la citricultura» ante opciones que no cuentan con la suficiente base de investigaciones.

Este periódico se puso en contacto con la Conselleria de Agricultura para conocer el parecer de Sanidad Vegetal, sin obtener respuesta. Los tratamientos defendidos por la Administración autonómica y el Ministerio de Agricultura son el uso de trampas de feromonas, con el complemento de piretrinas, además de la suelta de un parasitoide, el Anagyrus aberiae. Colectivos agrarios expresaron que el ritmo de reparto de trampas es escaso, mientras que hay esperanza en el parasitoide, pero cuya efectividad solo se podrá apreciar dentro de unos años, ya que la cría de ejemplares es escasa.

Hasta el pasado año, el sistema más empleado contra el cotonet era el uso de compuestos a base de metilclorpirifos. La Unión Europea retiró la autorización de su uso, sin que hasta el momento se haya encontrado una sustancia con la misma efectividad. 

Apicultores denuncian el uso de sustancias prohibidas

Una asociación de apicultores, La Abeja es Vida, denuncia que en las últimas semanas se ha detectado el uso del ya prohibido metilclorpirifos contra el ‘cotonet’ en campos de Castellón y Valencia. Esta entidad ha podido «certificar gráficamente» varios casos de mortandad de abejas en las inmediaciones de explotaciones agrarias. Para la asociación, «la permisividad hacia este uso de un plaguicida prohibido debe ser nula», por lo que reclama una «vigilancia estricta». Consideran que estas fumigaciones «son un nuevo golpe para el ecosistema, y con un producto que es un peligro para la salud».