Castelló cierra por vacaciones

Comercios y bares cerrados .Estancos, clínicas dentales y veterinarias con la persiana bajada. Peluquerías, talleres de coches, panaderías, carnicerías... aprovechan la segunda quincena de agosto para tomarse un par de semanas de descanso, coincidiendo con que el ritmo en Castelló poco tiene que ver con el que cualquier mes del año. Apenas hay gente en la calle y muchas familias han hecho las maletas y se han ido de vacaciones a Benicàssim o a la casa del pueblo. Para decenas de pequeños empresarios de la capital ha llegado la hora de cargar pilas para volver con fuerza en el mes de septiembre.

Carla Alberiz, propietaria de una papelería, es una de las cientos de empresarias que ha cogido vacaciones durante la segunda mitad del mes. «El invierno ha sido muy duro y merecíamos desconectar unos días. Para nuestro sector, septiembre, con la vuelta al cole, es el mes más importante del año, y el próximo día 1 volveremos a estar al pie del cañón», explica esta emprendedora de 32 años.

También son vacaciones para Laura y Manuel García, gerentes de la carnicería García. «La inmensa mayoría de nuestros clientes están fuera, por lo que el negocio en verano cae mucho. Desde que acabó el colegio hemos abierto solo por las mañanas y esta segunda quincena cerramos. Volvemos el día 31 de agosto», describe Manuel.

Aunque la mayoría de los pequeños negocios de la capital optan por cerrar las dos últimas semanas de agosto, los hay que prefieren pillar algo de vacaciones en septiembre. Es el caso de la panadería Mateu, en el grupo San Agustín, que cogerá vacaciones del 23 de agosto al 6 de septiembre. Otros, como el restaurante Candela, bajarán la persiana una semana, del 23 al 30 de agosto.

Pero no todos los establecimientos pueden o quieren desconectar unos días. Hacienda no coge vacaciones en agosto, hay que seguir pagando las facturas y la cuota mensual, y el invierno para muchos pequeños empresarios de la provincia ha sido malo o muy malo. «Nosotros no cerramos en agosto. El año pasado no lo hicimos y este año, tampoco. Lo único extraordinario que hacemos en verano es no abrir los sábados por la tarde, ya que la afluencia de gente en la calle es mínima», cuentan en la tienda de ropa Sesam, en la céntrica calle Alloza.