Las personas que paseaban el lunes por la playa de Heliópolis de Benicàssim se encontraron con una peculiar estampa: un cisne blanco surcaba tranquilamente sus aguas, a pocos metros de la costa. Un hecho como poco curioso, ya que se trata de un animal de agua dulce. Según aseguraron desde la Fundación Oceanogràfic, concretamente es un ejemplar de cisne mudo.

Sin embargo, parece ser que su aventura no se limita al litoral benicense, ya que también ha sido visto en otros puntos de la geografía provincial. Y es que es muy posible que sea el mismo animal que fue localizado hace aproximadamente un mes en la playa de Almassora. Como muestra, estas dos fotos tomadas por unos vecinos de la localidad aficionados al kayak.

El cisne nadando por la playa de Almassora. Mediterráneo

Otra imagen del cisne, a punto de emprender vuelo. Mediterráneo

Asimismo el sábado, festivo nacional, fue visto un cisne en la costa de Orpesa. Aunque no se ha podido confirmar que se trate del mismo ejemplar, lo más probable es que sea el que fue visto en Benicàssim solo un día antes, en un viaje que le habría llevado en dirección norte.

Una patrulla de la Policía Local de Benicàssim acudió a la playa tras el aviso de un vecino extrañado por ver a este animal en el mar, pero como confirman desde el Ayuntamiento, no se inició ningún tipo de actuación al respecto.

Escape

La hipótesis más probable, según las fuentes consultadas por Mediterráneo, es que el ejemplar se haya escapado de alguna propiedad privada, ya sea algún parque o recinto. Además, la cercanía que mostró durante su paseo por Benicàssim y su poco pudor a las fotografías de los vecinos que se acercaron a la playa puede ser también un síntoma de que el animal está acostumbrado a tener gente cerca.

El cisne mudo es también conocido como cisne vulgar. La principal diferencia respecto a los blancos es el color de su pico, que va del amarillo anaranjado al rojo. Además, es el único cisne al que le crece una carúncula negra sobre la base del pico.

La alteración de los medios acuáticos supone la principal amenaza para este animal. No en vano, está incluido en el Libro Rojo de las aves de España bajo el epígrafe Casi amenazado.

En la época del año de más frío, aunque de forma excepcional, se han visto cisnes en la costa del norte de España.