El fuerte incremento del precio de los carburantes se hace insostenible para el sector de la pesca provincial, que desde el pasado lunes ha optado por no faenar, ya que los barcos pierden menos dinero amarrados que saliendo a la mar. Un problema que no solo afecta a las familias que viven directamente de este oficio, sino que también tiene su efecto en los negocios que dependen de las capturas de los marineros de Castellón.
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Es el caso de las pescaderías que, a medida que avanza la semana, cuentan con menos producto de proximidad. «Cada día escasea más y, si no hay solución, el viernes tendremos que parar, porque nosotros nos servimos sobre todo de lo que hay en la lonja de Castelló», explica Javier Pachés, del puesto Fresquet en el mercado de Sant Antoni. «También acudimos a pescado de otros puntos de la provincia, pero en estos días tampoco hay actividad, mientras que en Mercavalencia se nota que hay muchos barcos en otras zonas de España que tampoco salen, e incluso se nota el efecto de la huelga del transporte», añade.
Si en este caso se plantean cerrar temporalmente hasta que haya género, en la pescadería Pepita del mercado de Benicarló ya cerraron el lunes. «Casi todo lo que trabajamos procede de las barcas de aquí, y entre el temporal y el paro no hay material», comenta Marta Martínez. De hecho, este negocio ya expuso en redes que no hay pescado «hasta nueva orden», como efecto colateral del fuerte incremento del precio de los carburantes. «Si esto se alarga, tendremos que mirar otras opciones para seguir abiertos», destaca.
En cambio, Miguel Cisneros, de Paches y Campos de Castelló comenta que ellos continúan teniendo «un poco de todo», pero no hay especies de playa, «como pescadilla o salmonete, y si se alarga el paro, lo vamos a notar».
En las cocinas
Los restaurantes especializados en servir producto de Castellón también lo notan. En La Lonja, ubicada en el mismo recinto pesquero del Grau, admiten que la cosa «está complicada». Otros establecimientos de la zona también tienen problemas para servir especialidades de sus cartas, al no tener «gambas o langostinos», como en La Tasca del Puerto.
La situación también alcanza a losestrella Michelin. Raúl Resino, de Benicarló, explica que al estar previsto el paro «la semana pasada nos abastecimos un poco más de la cuenta, por lo que estos días aún servimos, pero si la semana que viene seguimos sin lonja habrá que buscar alternativas». Pero antes espera que las autoridades ayuden a los pescadores, «un sector al que hay que cuidar».
Otro restaurante especializado en pescado, Casa Jaime de Peñíscola, también hizo previsión hace unos días «ante el paro de las barcas y el temporal, pero habrá que ver otros sitios si no podemos disponer de pescado de aquí», tal y como comenta Jordi Sanz.