El clúster cerámico de Castellón sigue inmerso en una espiral de incremento de costes, que pone contra las cuerdas a la actividad de las empresas que de él dependen. En los últimos tiempos han asistido a un crecimiento de los precios del transporte y la energía, que en el caso de los fabricantes de baldosas ha supuesto una escalada de expedientes de paro temporal (ERTE).

Las compañías fabricantes de esmaltes, fritas y colores cerámicos, agrupadas en la patronal Anffecc, advierten de que desde principios de año "están viendo muy mermada su rentabilidad debido a los continuos incrementos de costes que el sector lleva asumiendo desde hace más de un año". Una problemática a la que ahora se suma otro nuevo factor: el cambio internacional entre el dólar y el euro. El presidente de Anffecc, Joaquín Font de Mora, expresa que el tipo de cambio entre las dos monedas "en este momento no nos beneficia, ya que el dólar se ha fortalecido, y esto hace que nos resulten más caras las adquisiciones realizadas en esta moneda". 

Más gastos

Font de Mora recuerda que el sector "lleva más de un año asumiendo incrementos de costes constantes en numerosos frentes. Comenzó con los precios de las materias primas y desde entonces todos nuestros costes han ido subiendo de forma alarmante, principalmente la energía". En este sentido, indica que los precios del gas, “si bien no están en los picos del mes pasado, siguen siendo muy elevados, al igual que el combustible, que sigue manteniéndose en un precio extremadamente alto. De hecho, esto repercute directamente en el precio del transporte, tanto a nivel nacional como internacional”.

Por si esto no fuera suficiente, el sector de esmaltes es especialmente sensible a los precios de las materias primas, ya que son un componente esencial de sus formulaciones. Según indica Font de Mora “desde hace un año, materias primas estratégicas como el óxido de Cobalto han subido un 210%, el óxido de Praseodimio, un 320%, el óxido de Zirconio, un 90%, el silicato de Zirconio, un 75%, el óxido de Cromo y el Carbonato de bario, un 80%,  el óxido de Zinc y óxido de Titanio, en torno al 60%, y otras como el cuarzo, el caolín o los feldespatos, entre el 40 y el 60%”

 “Las materias primas son uno de nuestros costes principales y dependemos de ellas por la dificultad para encontrar productos sustitutivos, por lo que necesitamos importarlas necesariamente, ya que no hay producción de las mismas en España”, recuerdan desde Anffecc.

Además, como han indicado en otras ocasiones, “los precios de las mismas fluctúan y son difícilmente previsibles, pues cotizan en bolsas internacionales, e incluso a veces son los propios productores quienes restringen el suministro, creando distorsiones intencionadas, que nos repercuten directamente sin poder hacer nada al respecto”.

Incertidumbre

En cualquier caso, “todos estos incrementos de costes a la vez, en elementos esenciales para nuestro sector, generan mucha incertidumbre y repercuten directamente en nuestra capacidad de inversión en I+D+i así como de forma directa en nuestra cuenta de resultados”. 

Todos estos parámetros están afectando de forma alarmante a la rentabilidad del sector, pues según indican desde la patronal, “los márgenes de algunos productos eran ya muy estrechos y se mantenían compensándolos con otros que aportan mayor valor añadido, pero ahora es difícil mantener la rentabilidad incluso de estos últimos, por lo que la situación está siendo realmente complicada”.

Como se ha mencionado, “mantener un mínimo margen de beneficio es esencial para poder continuar la apuesta por la I+D+i, que es la seña de identidad de esta industria a nivel internacional, por lo que habrá que seguir tomando medidas para evitar que esto suceda”.