Médico de familia en el centro de salud 9 d’Octubre de Castelló, José María Breva, afronta su segundo mandato como presidente del Colegio de Médicos de Castellón. Ha sido reelegido en un proceso en el que no ha habido candidatura alternativa para representar a los cerca de 2.800 facultativos colegiados. Además, ostenta durante los próximos dos años la presidencia del Consejo de Colegios de Médicos de la Comunitat.
--Imagino que este proceso electoral nada ha tenido que ver con el anterior al no haber otra candidatura. ¿Es más fácil así garantizar la unidad dentro del colegio?
--En este caso, el hecho que solo se presentase una candidatura, la nuestra, hace distinto este proceso del vivido hace cuatro años. Entonces, igual que ahora, hemos interaccionado con los médicos y recogido sus inquietudes para defenderlas ante las administraciones con competencias sanitarias. En el colegio, en estos cuatro años, siempre ha habido unidad porque los componentes de la anterior junta directiva, a los que agradezco su colaboración, representamos a las más de 2.800 sensibilidades que hay en el Colegio de Médicos de Castellón.
--¿Qué acciones destacaría de los cuatro años anteriores?
--La gestión al frente del colegio estuvo marcada por las medidas para atajar la pandemia del covid-19. Desde marzo del 2020 hemos tenido que convivir con ellas y ello ha influido en el día a día de la actividad, reduciendo la programación de acciones presenciales, convirtiéndolas en virtuales. Pese a ello, han sido cuatro años en los que hemos afrontado el cambio de la sede colegial, dejando la anterior tras más de 50 años y abriendo, hace un año, esta nueva, adaptada a las necesidades tecnológicas y sociales del siglo XXI, totalmente pagada y sin que el colegio tenga deuda alguna. Fueron cuatro años en los que hemos defendido los intereses de los colegiados, denunciando la falta de equipos de protección al inicio de la pandemia, reclamando el cumplimiento del protocolo de vacunación de los médicos que ejercen la medicina privada, lo que nos obligó a recurrir a la vía judicial para que Sanidad cumpliera. También hemos denunciado la perdida del CICU o la necesidad de un centro de trasplantes para el Hospital General de Castelló o la denuncia de las agresiones verbales de antivacunas a pediatras que vacunaban a los niños en los colegios.
--¿Qué retos se ha fijado para este nuevo mandato?
--Son muchos los retos y compromisos que tenemos por delante. Algunos los tenemos desde el anterior mandato y no pudimos desarrollarlos en su totalidad por el efecto de la pandemia. Entre nuestras prioridades está el acercar el colegio a todos los médicos, hacer que sientan que es su casa. La defensa de los intereses de los médicos que trabajan en la sanidad pública y la privada seguirá siendo prioritaria, como lo será la búsqueda de soluciones conjuntas al problema de la falta de médicos en el medio rural. En esa línea ya hemos planteado a la Diputación de Castellón la necesidad de trabajar conjuntamente para encontrar soluciones. Ahora, vamos a retomar este diálogo.
--La falta de médicos es uno de los principales problemas asistenciales que hay ahora. ¿Cómo se puede resolver?
--Somos conocedores de las dificultades para cubrir plazas en algunas especialidades y en medicina de familia, pero no compartimos que falten médicos. Lo que ocurre es que se van porque no se les ofrecen contratos laborales dignos, acordes a su cualificación, que les garanticen seguridad. Eso hace que muchos MIR al acabar su proceso formativo se vayan a otras provincias u otros países que les ofrecen mejores condiciones. Es una pena la pérdida de talento y, sobre todo, de la inversión realizada en su formación. Hay que aplicar políticas que les retengan aquí desde las administraciones responsables. Además, ahora, en un horizonte cercano, tenemos el problema de la llegada a la edad de jubilación de la denominada generación del baby boom, sin que esté asegurado el relevo generacional y eso agravará el problema de falta de profesionales.
--¿Cómo valora la creación de las 606 nuevas plazas estructurales de sanidad para Castellón?
--A la vista de la reacción crítica de los responsables de los centros, parece evidente que no se han atendido las necesidades reales de la sanidad en la provincia de Castellón y ello ha generado la reacción de rechazo de los profesionales. Creemos que a la hora de proveer las plazas hay que hablar con los agentes implicados. Hay que escuchar y consensuar. Se debe hacer un estudio de las necesidades de los diferentes servicios, áreas y departamentos de salud para que haya un buen funcionamiento de los mismos para que puedan prestar la asistencia necesaria a los usuarios, dotándola de los medios humanos y materiales que garanticen la viabilidad y la calidad, lo cual requiere análisis de las carencias y solución a las mismas.
--Las protestas del personal del Hospital General, en cuanto a falta de medios se refiere, especialmente en la UCI y Urgencias, se suceden. ¿Cree que sufre discriminación frente a centros de similares características?
-El General y, en especial los servicios de UCI y Urgencias, tiene unas necesidades en recursos humanos y materiales para poder prestar una asistencia de calidad y con garantías a los usuarios. La falta de medios son consecuencia de una falta de planificación por parte de la administración sanitaria. El problema me gustaría creer que no es por discriminación y pensar que lo que hay es falta de diálogo y de comunicación.
--La pandemia ha puesto el foco en los problemas históricos que sufren los centros de salud. ¿Qué medidas urge aplicar para mejorar la atención primaria?
- Así es. La atención primaria es la puerta de entrada y eje central del sistema sanitario y en estos momentos está en una situación crítica, insostenible, debido a la falta de inversión y de efectivos; una situación agravada por los días de vacaciones del personal o por la participación en cursos formativos. En los índices de satisfacción de la atención prestada se visualiza el malestar de los usuarios y un gran cansancio de los médicos.
