La ingente plaga de mosquitos que invade estos días los municipios de Moncofa y Nules, generando un aluvión de quejas vecinales y del sector hostelero por la merma de cliente, como viene informando Mediterráneo, ha llevado a la Diputación de Castellón a intensificar sus tratamientos terrestres ante la subida del nivel freático que se ha producido en la conocida finca del Pou.

Se trata de una amplia extensión de terreno, donde años atrás se proyectó el PAI Serratelles Golf debido a su cercanía con el mar, que se encuentra situado entre ambas localidades.

Así lo manifestó ayer la diputada de Medio Natural, María Jiménez, quien al tener conocimiento en la jornada del viernes de la situación, se puso en contacto con los alcaldes de Nules y Moncofa David García y Wenceslao Alós, respectivamente, para ponerse a disposición de ambos con el objetivo de hacer frente a esta situación, que conlleva asociada una importante proliferación de la población de mosquitos. Jiménez, tras abordar la situación con el presidente Martí, decidió llevar a cabo tratamientos intensivos en la zona que comenzaron en la jornada del viernes y que se mantendrán a largo de todo el fin de semana con el objetivo de controlar la situación cuanto antes.

Fumigaciones también por la noche

Estos trabajos se suman a los que ambos municipios están desarrollando desde hace días. «Hay brigadas fumigando focos de mosquitos en turnos de mañana, tarde y noche. Especialmente se están priorizando aquellas zonas donde se han detectado los principales focos», explicó García en su perfil de Facebook. 

Con el objetivo de conseguir la mayor eficacia posible, durante el fin de semana los tratamientos se efectuarán con un cañón de largo alcance. A pesar de que ambos ayuntamientos reclaman de modo incesante tratamientos aéreos para mitigar este problema de «salud pública», la diputada insistió en que los controles terrestres, según los expertos, «son los más eficaces, porque son muy útiles a la hora de hacer frente a las larvas, así como a la población de mosquitos adultos».

Tras las pérdidas ocasionadas el pasado fin de semana, en el que fueron pocos los clientes que aguantaron sentados en las terrazas, los hosteleros de ambos municipios reclaman medidas efectivas para «no perder» el verano.