Las grandes dimensiones del incendio forestal iniciado en Bejís el 14 de agosto, en lo que es ya el más grande en la historia de la provincia, son perceptibles a muchos, muchísimos kilómetros de distancia. Si la humareda provocada por las más de 20.000 hectáreas calcinadas en el Alto Palancia ha llegado hasta las costas de Baleares en una gigantesca columna de más de 200 kilómetros que se adentró en el Mediterráneo, desde el espacio el desastre medioambiental también es notorio.

Hasta el punto de que el incendio de Bejís ha modificado la fisonomía del mapa físico de la provincia de Castellón, donde una amplísima zona que se veía de color verde desde el espacio es ahora de un marrón oscuro, casi negro.

Imagen ofrecida por el programa Sentinel-3 de la zona afectada por las llamas

Así lo reflejan las imágenes captadas por Sentinel-3, una constelación de satélites de observación terrestre desarrollada por la Agencia Espacial Europea como parte del Programa Copérnico. En ellas no solo se puede ver el enorme perímetro de las llamas en el Alto Palancia, que van hasta El Toro en dirección norte y llegan a pocos kilómetros de Viver hacia el Este, adentrándose en el sur en la provincia de Valencia.

Imagen del satélite Sentimel-3

También se aprecia en las imágenes del satélite la enorme columna de humo que desciende, como consecuencia de la dirección del viento, de norte a sureste del mar Mediterráneo hasta adentrase en las costas de las Baleares, donde ayer en Formentera e Ibiza se podía apreciar a simple vista el efecto del fuego.

Vídeo: Así se ve el humo del incendio de Castellón desde Formentera

Vídeo: Así se ve el humo del incendio de Castellón desde Formentera Raül Badenes