La bicicleta, el helado, el bañador y los mosquitos. Estos insectos eran propios de los meses estivales, picaban en julio y agosto y después poco más se sabía de ellos, ya que desaparecían según el termómetro iba bajando. Esta situación, que los expertos achacan al cambio climático, está variando y a finales de octubre el mercurio roza los 30 grados. Una circunstancia que ha provocado, de nuevo, una eclosión de mosquitos con especial virulencia en la zona sur de la provincia, en municipios como la Llosa, Xilxes, Moncofa, Nules o Burriana, donde una extensión importante de su término municipal es zona húmeda. Las lluvias caídas en las últimas semanas han provocado encharcamientos en estas marjales, lo que, junto con las altas temperaturas, son los principales factores que aceleran la reproducción.
Quejas vecinales en la zona sur
Las quejas vecinales por las picaduras se están sucediendo en los últimos días, a pesar de que, en las zonas donde más se está notando la proliferación de estos dípteros, están ahora poco pobladas al haber segundas residencias que se llenan en verano. De todos modos, hay personas que viven allí todo el año y los mosquitos les están generando verdaderos problemas. Además, en municipios como Moncofa o Nules la eclosión se nota, por ejemplo, en los parques, donde resulta muy complicado ir sin que uno de ellos te pique.
Los agricultores exigen controles
Sin duda, el colectivo más afectado por la eclosión de larvas es el de los agricultores ahora que arranca la campaña citrícola y se pasan largas horas en el campo para recoger la naranja. Las entidades agrarias ya han reclamado a las administraciones controles eficaces para evitar que los mosquitos «acribillen» a los agricultores, así como a los collidors. Para prevenir las picaduras, los hay que se tapan todo el cuerpo, a pesar de las elevadas temperaturas, pero el problema está en la cara y la cabeza. Para ello, la Cooperativa de Suministros Agrarios Ruralmoncofa comercializa un tipo de casco, similar al que usan los apicultores, para proteger de las picaduras de los mosquitos.
Tratamientos durante todo el año
Los expertos coinciden en asegurar que los tratamientos deben realizarse durante todo el año y no solo focalizar los controles durante los meses de verano. Según la normativa, el control de plagas depende de los municipios, son ellos los que tienen las competencias, aunque la Diputación, como ente supramunicipal lleva a cabo una campaña de tratamientos preventivos en áreas naturales y zonas húmedas, es decir, fuera de los núcleos urbanos, donde el control recae en los ayuntamientos. Por su parte, el papel de la Conselleria de Sanitat se limita a autorizar vuelos antimosquitos en caso de urgencia, conceder ayudas para la lucha contra el mosquito tigre e intentar poner en común a todos los agentes implicados para marcar directrices similares. El catedrático de Sanidad Animal y profesor de la Facultad de Veterinaria CEU Cardenal Herrera, Santiago Vega, ha indicado que es una necesidad imperiosa que los tratamientos se efectúen durante todo el año «aunque esto suponga un mayor desembolso económico» dado que los patrones de comportamiento de estos vectores han cambiado y ya no son estacionales como sucedía antes.
Fumigación terrestre o aérea
La Diputación de Castellón, que es la encargada del control de mosquitos en las zonas de marjal, insiste en que resultan más eficaces los tratamientos terrestres que los aéreos, dado que estos últimos solo sirven para combatir las larvas pero no los insectos adultos. De todos modos, desde los municipios siempre se han mostrado partidarios de los vuelos antimosquitos porque consideran que se puede acceder a zonas donde de manera terrestre resulta complicado. Por el momento, no hay previstas nuevas fumigaciones con helicóptero, aunque la Diputación ha previsto dos extraordinarios por importe de 200.000 euros por si fuera necesario porque la plaga se convierte en un problema de salud pública.
Transmisores de enfermedades
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental ha alertado de los peligros asociados a una mayor reproducción del mosquito tigre, dado que es vector de transmisión de importantes enfermedades como el dengue, el zika o el chikungunya. Esta especie invasora ya ha colonizado 87 municipios de la provincia en la costa y el interior. Además, el mosquito común es vector del Virus del Nilo Occidental, del que ya se detectado varios casos mortales en Andalucía en los últimos años. «Esto es un tema muy serio. Los mosquitos no van a desaparecer, pero sí hay que reducir la población para evitar riesgos», afirmó Vega.
