El corredor mediterráneo avanza en Castellón sin despejar aún sus grandes interrogantes

Las actuaciones del corredor mediterráneo en Castellón siguen adelante, aunque tampoco será el 2023 el año en el que se aprecien mejoras significativas en el servicio ferroviario. En este semestre tiene que estar acabada la obra en Sagunt, con la que culminará la instalación del tercer hilo entre Castelló y València. De forma paralela, se sigue con la colocación de las nuevas traviesas entre Castelló y Vandellòs, como paso previo a la adecuación de las vías al ancho internacional.

Además, los próximos meses tienen que ser claves para resolver los principales interrogantes en la provincia. Uno de ellos, saber cuál será el trazado elegido para la nueva plataforma de alta velocidad entre Castelló y València. El noviembre del 2021 se dio a conocer el estudio informativo, con un total de siete alternativas. Desde la oficina del Comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo señalan que desde el Ministerio de Transportes «se siguen analizando las alegaciones presentadas». Un proceso complejo, debido a la cantidad de escritos recibidos durante el periodo de información pública, ante cuestiones como el paso en localidades como Vila-real o Moncofa, o las posibles afecciones a espacios como la Marjal de Almenara. Lograr un trazado con el mínimo impacto posible supone destinar tiempo.

El retraso en el corredor mediterráneo lastra el desarrollo de Castellón

Material rodante

Tal y como avanzó este periódico, desde el pasado mes de junio están en marcha los trabajos del tramo entre Castelló y Vandellòs, con el acopio de traviesas y su instalación. Un proceso que tiene una duración aproximada de 18 meses, y que va unido a la adecuación de catenarias. Por ahora, no se sabe cuándo se dará el paso definitivo: modificar las vías al ancho internacional. «Dependerá de que las empresas que operen en este tramo dispongan de material rodante adaptado a este cambio», tal y como afirman desde el comisionado.

Cuando se dé el paso, tanto Renfe como el resto de compañías que pasen por esta zona deberán disponer de trenes adecuados al ancho internacional, ya que de lo contrario no podrán circular. Por ello, es de prever que haya labores de coordinación entre Adif y las operadoras ferroviarias. Dentro de este fleco se encierra otra incógnita: de qué manera alterará al tráfico ferroviario la modificación del ancho mientras se lleve a cabo esta fase de obras. Primero se hará en una vía, que quedaría temporalmente inutilizada, y una vez culminado el cambio, repetir la operación en la otra.

Retraso en Sagunt

En lo que respecta a las obras en Sagunt, han sufrido un retraso sobre lo previsto. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, señaló en una jornada organizada por Mediterráneo sobre el Corredor que la actuación quedaría finalizada a lo largo del 2022. Todavía deberá esperar un tiempo más. Sánchez aseguró que cuando esté acabada se notará una mejora en servicios como los trenes de Cercanías.

Impaciencia de los empresarios

Anuncios en televisión, inserciones en redes sociales o incluso monólogos de teatro. Con estrategias como estas, el movimiento Quiero Corredor trata de mantener viva la reivindicación de una obra que parece interminable, y que tiene como objetivo final acercar las mercancías que producen en provincias como la de Castellón a Europa con las ventajas de la alta velocidad y sin tener que cambiar de tren a la llegada a la frontera francesa.

De forma periódica, los responsables de esta campaña celebran un gran encuentro empresarial en el que recuerdan que el proyecto llega con mucho retraso, y que es fundamental para el futuro de la economía de todo el arco mediterráneo. Una reclamación a la que se une el tejido empresarial castellonense, que con motivo del encuentro del pasado mes de noviembre insistieron en que la demora supone un lastre para el crecimiento provincial. Para el presidente de CEV Castellón, Luis Martí, «las demoras sufridas son inaceptables». Entre los sectores que se podrían beneficiar del Corredor está la cerámica, ya que el transporte en tren permitirá reducir costes, cumplir con los criterios de descarbonización y ganar competitividad.

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