Obituario

Fallece Manolo Godoy, empresario de éxito y apasionado de Castellón

También destacó en su labor como asesor mercantil

Manolo Godoy.

Manolo Godoy. / Mediterráneo

José Vicente Felip

Castellón está de luto. Un infarto fulminante acabó este sábado con la vida de Manolo Godoy Masip, un apasionado de esta provincia y sus gentes. Empresario de éxito y asesor fiscal durante muchos años al nivel de los mejores de España, con una faceta humana extraordinaria que le llevó a ayudar de forma desinteresada a quien acudía a su encuentro. Un hombre de bien.

Manolo Godoy nació en Castelló el 6 de diciembre de 1942 y era el mayor de seis hermanos. Su padre, que se dedicaba a dirigir empresas de la construcción, fue concejal de Fiestas de la capital, precisamente el creador del pañuelo verde que identifica las celebraciones de la Magdalena, y, a pesar de fallecer muy joven, tuvo una influencia directa sobre Manolo, quien tras pasar por el Ribalta se marchó a Murcia para cursar estudios mercantiles en aquella ciudad. 

Su primer trabajo fue como apoderado del Banco de Bilbao, recién abierto en Castelló, y después ejerció como director del Banco Coca en la ciudad, pero pronto quiso volar por su cuenta y, en los años 70, comenzó su larga y fructífera etapa como asesor fiscal, mercantil y financiero, a la vez que iniciaba varios proyectos como empresario, pues su espíritu como emprendedor era innato.

Estuvo al frente de Sadeca o Manuel Godoy SA para el desarrollo de promociones inmobiliarias, pero también acertó con el mundo de la automoción (Satra, Nissan o Peryser), hostelería con restaurantes (Menjars) y supermercados, incluso con la venta de embarcaciones o calzado deportivo para la práctica del golf. Aunque donde más disfrutaba era en su despacho profesional de la calle Enmedio, donde ha tenido como clientes a la flor y nata empresarial de la provincia. Actividad que tuvo operativa hasta hace aproximadamente tres años, cuando pasó a supervisar los negocios de sus hijos, Manuel y Kiko, de los cuales se mostraba orgulloso. Cerró el despacho y eligió como alumno aventajado a Manuel Serra para trasladar hasta Almassora los expedientes de aquellos clientes/amigos con los que mantenían un gran vínculo.

Imepiel y CD Castellón

Mucha gente, quizá los más mayores, le recordará también por su habilidad para la negociación en empresas que pasaban trances difíciles, como el caso de la extinción de Imepiel en la Vall d’Uixó o el cambio de manos de Ford en Castelló. Pero al margen de la actividad puramente profesional, cabe destacar que fue el artífice para conseguir que Toni Bonet se hiciera con las acciones del CD Castellón, que en aquella época estaba pasando penurias en manos de Lausín y Sanmateo. Incluso buscó a Isidoro Gasque como presidente accidental porque Bonet no podía acceder al cargo al ostentar el puesto de consejero en el Valencia CF.

Su esposa, Amparo Grangel, hija de Francisco Grangel, quien fuera alcalde de l’Alcora, Castelló y presidente de la Diputación, era un pilar fundamental en su vida. Un apoyo sobre el que se fundamentaba la familia con la alegría de unos nietos que sacaban las mejores sonrisas de Manolo.

A pesar de contar con 80 años, no faltaba ningún día, a primera hora, a las oficinas de los negocios de sus hijos en la avenida de Valencia, donde era ejemplo para toda la plantilla, sobre todo en meses tan difíciles como fueron los del estallido del covid en 2020. Hasta que el sábado un maldito infarto se lo llevó para siempre, sin tiempo para despedirnos. Otro golpe inesperado. ¡Descansa en paz, amigo! 

(Las exequias fúnebres serán este lunes, 30 de enero, en la Concatedral de Santa María, a las once de la mañana).