Afectados por las vacunas del covid en Castellón: "La inyección nos ha arruinado la vida y nos sentimos olvidados"

Personas de la provincia que han enfermado tras el pinchazo se unen para reclamar ayuda

Celia Piquer, Mata Belenguer y Lorena Montesinos, de la asociación de afectados por las vacunas del covid.

Celia Piquer, Mata Belenguer y Lorena Montesinos, de la asociación de afectados por las vacunas del covid. / MEDITERRÁNEO

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Todo el mundo tiene en la mente una fecha que le ha cambiado la vida. Para bien o para mal. La de Celia Piquer es el 29 de marzo de 2021. Ese día por responsabilidad, y también por solidaridad, se vacunó contra el covid. Por su condición de veterinaria (una profesión esencial) lo hizo unas semanas antes de lo que le hubiera correspondido de acuerdo a su franja de edad, pero lo que jamás pudo imaginar es que aquel pinchazo de AstraZeneca le iba a arruinar la vida. «Yo era una persona superactiva, que amaba mi profesión y hoy soy totalmente dependiente. Necesito ayuda para todo», explica esta veterinaria de 47 años que durante años desarrolló su actividad en una clínica de Almassora y que desde que enfermó se ha visto obligada a volver a la casa de sus padres.

Aunque la inmensa mayoría de las más de 41 millones de personas que en España se pusieron al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus no sufrieron efectos adversos de importancia (más allá de un poco de fiebre y malestar general), hay otras a las que aquella dosis les han dejado secuelas de por vida. Celia es una de ellas. Núria Tabares es otra. Y Avel.lí Pastor. Todos son de Castellón. Todos son afectados por las vacunas contra el covid y, junto a otros damnificados, forman parte de una asociación (APAVaC19) que busca visibilizar la situación en la que se encuentran, crear unidades específicas en hospitales públicos para diagnosticar e investigar estas enfermedades y reconocer sus incapacidades laborales. 

Celia Piquer y Núria Tabares, dos de las afectadas de Castellón por las vacunas del covid

Celia Piquer y Núria Tabares, dos de las afectadas de Castellón por las vacunas del covid / MEDITERRÁNEO

«No somos antivacunas ni negacionistas. Solo somos personas que a raíz de la inyección hemos desarrollado una enfermedad grave. Y lo que pretendemos es que se nos escuche», coinciden.

APAVaC19 se constituyó como asociación el pasado febrero y, aunque tiene carácter nacional, la mayor parte de su miembros son de Castellón y Valencia. «En la Comunitat es donde hay más casos», dice Marta Belenguer, portavoz y diagnosticada del síndrome de fatiga crónica y fibromialgia a consecuencia de la vacuna.

Ocho de cada diez son mujeres

Al igual que Marta, Celia o Núria, el 83% de las personas afectadas por la inyección contra el coronavirus son mujeres y a una gran mayoría en Sanidad no les reconocen la vacunación como el hecho que ha causado la enfermedad. «Algunas sí lo tenemos constatado oficialmente, pero el grueso no», explica a este diario Belenguer.

Celia es una de las pocas enfermas que sí tiene reconocido que la causa de su enfermedad es la dosis de AstraZeneca que recibió. En su caso el calvario empezó quince días después de recibir el pinchazo. «Nada más vacunarme comencé con episodios de debilidad, temblores, cansancio extremo, cefaleas muy intensas y sangrado de encías», cuenta. Lo peor, sin embargo, llegó el 15 de abril, de camino al trabajo. «Me empecé encontrar muy mal, con debilidad extrema, sin fuerzas para andar. Ni siquiera recuerdo cómo llegué a la clínica. Los compañeros me encontraron sentada en un sillón, sin poder hablar, ni abrir los ojos, ni moverme», describe. «Ese día mi vida se paró en seco», asegura.

Afectados por las vacunas del covid han constituido una asociación.

Afectados por las vacunas del covid han constituido una asociación. / POOL

Tras su paso por Urgencias, la salud de Celia siguió empeorando y su día a día se convirtió en una pesadilla. Incluso hoy, más de dos años después, se encuentra cada vez peor y necesita una silla de ruedas para salir a la calle. «Tengo más de 50 síntomas. Presento episodios de cataplejía-parálisis-debilidad extrema que me dejan inmóvil durante dos o tres horas, deterioro cognitivo que me llevan a sufrir crash mentales. He perdido visión y audición, he desarrollado intolerancia a algunos alimentosmedicamentos...», narra esta mujer que tiene diagnosticada una encefalomielitis miálgica post-vacuna covid en grado severo.

La administración, otro calvario

 A Celia, Marta y otros afectados por las vacunas, aquel pinchazo les ha arruinado la salud pero, además, han tenido que enfrentarse con una burocracia administrativa que siempre se lo ha puesto muy difícil. «A pesar de todos los informes médicos, me denegaron la incapacidad permanente. Tuve que recurrir y, finalmente, me la reconocieron», manifiesta Celia, quien asegura que si sale adelante es gracias a que tiene «los mejores padres y amigos del mundo».

Los afectados reclaman a la Administración que les escuche y valore y, de momento, no han encontrado más que barreras. «En marzo nos reunimos con la Conselleria de Sanitat para hacerle llegar nuestras peticiones, pero aún estamos esperando una respuesta», lamenta Marta Belenguer. 

Otros testimonios de la provincia

Núria Tabares:

Se vacunó con AstraZeneca el 30 de marzo de 2021. Al día siguiente, esta veterinaria empezó con fiebre, dolor generalizado y dolor costal. En Urgencias, las analíticas orientaron hacia un proceso trombótico, confirmado con un TAC . Le diagnosticaron Tromboembolismo Pulmonar.

Susana Fernández:

Esta informática se puso el suero de Pfizer el 10 de junio de 2021 y esa misma jornada empezó a desarrollar unos síntomas que perduran hasta hoy. Sufre trastorno del lenguaje y problemas cognitivos a todos los niveles con alteración del habla (tartamudez) y razonamiento (lectura, memoria...).

María Collado:

Esta vecina de la Vall d’Uixó, encajadora en un almacén de naranjas, desarrolló un Síndrome Guillain Barre (el sistema inmunitario de una persona daña sus neuronas y causa debilidad muscular) postvacuna covid tras inocularse con AstraZéneca el 13 abril del 2021. Además, sufre osteoporosis. 

Avel·lí Pastor:

Vacunado con AstraZeneca el 6 de abril de 2021, a la semana empezó con dolor generalizado, con mayor intensidad en la columna central. Ingresó por Urgencias en el Hospital La Plana. Tiene un Síndrome Guillain Barre, camina con dificultad y convive a diario con el  ardor y el dolor muscular. 

Chelo Sánchez:

Administrativa y técnico socio-sanitaria, empezó con sintomatología una semana después de ser vacunada de la tercera dosis de Moderna, el 25 de noviembre de 2021. Presenta cansancio extremo y dolor muscular. Sigue sin diagnóstico y no le ha sido reconocido que es por la vacuna. 

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