Los castellonenses suman más de 1,6 millones de ‘viajes’ al día dentro de la provincia

Cada habitante de la provincia de Castellón realiza de media en torno a tres desplazamientos al día para desarrollar sus actividades habituales, al margen de los viajes que se hacen en circunstancias especiales. Es una de las conclusiones que puede extraerse del nuevo Estudio de la Movilidad con Big Data, que está realizando el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) a través del análisis de la geolocalización de los teléfonos móviles.

Se trata de un sistema para medir los desplazamientos de los ciudadanos que se puso en marcha durante de la pandemia del covid y que continúa realizándose.

 Uno de los múltiples datos obtenidos es que en territorio castellonense se hacen en un día laborable más de 1,6 millones de trayectos internos, con una horquilla que va desde el entorno de esa cifra los lunes hasta los más de 1,7 millones los viernes.

Fin de semana

Los fines de semana las cifras bajan sensiblemente, a 1.473.901 desplazamientos sin salir de la provincia los sábados y 1.266.405 los domingos. En contrapartida, no obstante, aumentan los trayectos de entrada y salida: de lunes a jueves la suma ronda los 150.000, pero los viernes son 81.641 las personas que se van a otros territorios y 99.563 las que vienen. Los domingos estos números prácticamente se invierten: 96.714 trayectos de salida y 72.439 de entrada. Es decir, hay un número significativo de castellonenses que salen de fin de semana, pero son más los que acuden a pasarlo a esta demarcación desde otras provincias. Los sábados hay 84.936 entradas y 77.123 salidas.

Todos estos números corresponden a lo que el Mitma toma en el estudio como semana de referencia, que es la del lunes 18 al domingo 24 de mayo de 2022. En ella, al no haber festivos ni otras fechas señaladas, se considera que los desplazamientos se corresponden con las actividades cotidianas o son un reflejo del patrón habitual. No obstante, están disponibles todos los datos hasta junio de 2023 (los posteriores se irán publicando en los próximos meses), de manera que se puede establecer una comparación entre lo que se considera una semana normal y las fechas significadas, en la que el volumen de desplazamientos y sus características cambia.

Un ejemplo claro son los días de Semana Santa. El pasado 6 de abril, Jueves Santo, hubo exactamente 154.125 desplazamientos de entrada hacia la provincia de Castellón, lo que supuso el 99,77% más que el jueves de la semana tomada como referencia. Asimismo, ese día hubo 102.560 movimientos de salida de la demarcación castellonense, un 36,3% por encima de lo habitual. Por su parte, el domingo 9 de abril hubo casi un 66% más de salidas que en una jornada dominical normal, lo que da fe de los viajes de regreso de muchos de los que habían acudido a la provincia en días anteriores.

El movimiento laboral

Si toda esta movilidad interprovincial hace referencia al conjunto de trayectos que realizan los ciudadanos, tanto por necesidad de su vida cotidiana, como por motivos de trabajo, otro estudio, del que ha dado cuenta Mediterráneo, incide únicamente en las salidas y entradas a la provincia por exigencias laborales, es decir, refleja los contratos firmados por personas de Castellón en otros territorios, o bien al revés, los de quienes vienen a trabajar aquí.

En concreto, durante el año 2022, y según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, 14.052 menores de 30 años de la provincia encontraron un empleo fuera de este territorio. Fueron 168 más de los que lo hicieron en 2021 y el número más elevado desde que existen esos registros oficiales.

En el caso de este colectivo específico, el de los jóvenes, el éxodo mantiene una evolución al alza, hasta el punto de que ya representa el 40% del total de trabajadores que se marchan a otras zonas del país para ganarse la vida. Durante el año pasado dejaron Castellón por motivos laborales un total de 35.671 profesionales, de los que cuatro de cada diez aún no había cumplido los 30 años.

De Peñíscola a Vinaròs ida y vuelta para ir al trabajo

Cristina Segorbe, una joven natural de Peñíscola y que, además, reside en la localidad, es una de las castellonenses que contribuyen a elevar el número de desplazamientos que se realizan cada día en la provincia como consecuencia de las actividades del día a día, desde el trabajo hasta el estudio pasando por la atención a los niños. 

En su caso, de lunes a viernes debe viajar por motivos laborales a Vinaròs y realizar un trayecto de 25 minutos dos veces en cada jornada. 

La residencia de Cristina está situada en las afueras de Peñíscola, de manera que, tal y como relata acude a su trabajo en la ciudad vecina utilizando su propio vehículo hasta el centro de Vinaròs. Es precisamente la ubicación de su domicilio lo que hace más complicada la utilización del transporte público para desplazarse desde un lugar a otro

La joven tiene su puesto de trabajo en una clínica durante los cinco días laborales de la semana. Explica que como consecuencia de que su horario es partido, con dos franjas de ocupación en mañana y tarde, pasa todo el día en Vinaròs donde toma su comida de mediodía y regresa a Peñíscola a última hora de la tarde, una vez que ha finalizado la jornada laboral. 

Se trata de un trayecto que implica un recorrido por carretera de alrededor de 20 kilómetros hacia al norte a partir de la ciudad del Papa Luna. Informa Alba Boix

De 140 km al día durante 12 años a solo 18 en Nules

José Luis Martínez sabe muy bien lo que es que la movilidad te cambie la vida. Durante doce años pasaba dos horas de su vida sobre su coche para ir a trabajar y volver a casa. Desde el año pasado, ese tiempo se ha reducido a unos pocos minutos, «y eso es calidad de vida», afirma.

José Luis es de Lliria, y en el año 2010, después de realizar una oposición, consiguió plaza como conserje en Nules, en el polideportivo. Entonces empezó su «vida en el coche». En las instalaciones deportivas estuvo cerca de cinco años, hasta que fue seleccionado como conserje en el colegio público Nou Pedro Alcázar, donde se trasladó en el 2015, y donde todavía sigue.

Explica que hasta el 2022, «todos los días hacía 140 kilómetros de ida y vuelta a casa, una hora de ir y otra de volver». Reconoce que aunque no hay más remedio que acostumbrarse, es muy complicado. «Sobre todo porque todos los meses gastaba 300 euros en gasolina, era cobrar la nómina y hacer esa reserva para el combustible».

Cuando se enteró de la posiblidad de que se cobrara por usar la autovía, decidió invertir en un vehículo híbrido y su familia abordó otra decisión más seria, la de mudarse.

Ahora vive en Burriana, «en pocos minutos estoy en el sitio» y la diferencia de coste ha sido abismal. De 300 euros al mes «a como máximo 50 euros». Sin duda, un cambio radical. Informa M. MIRA

Unos 70 KM cada día ida y vuelta de Vilafranca a Morella

Lorena Tena, vecina de Vilafranca, trabajaba en la fábrica Marie Claire con sede en el municipio. Tras perder el trabajo en su pueblo natal apostó por la formación, graduándose en el ciclo formativo en Atención a Personas en Situación de Dependencia.  

El tesón y el esfuerzo le han valido para conseguir un lugar de trabajo en la Residencia San Juan Bautista de Morella, a la que acude cada día desde la vecina localidad. En total recorre más de 70 km sumando los trayectos de ida y vuelta lo que suponen una inversión de tiempo de una hora. «Estoy contenta con el nuevo trabajo, la carretera no me asusta, pero si la mejoran sería más segura, sobre todo en invierno cuando la nieve y el hielo hacen acto de presencia», explica Tena. ortí

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