Digno ejemplo volvieron ayer a dar los castellonenses haciendo frente a las bajas temperaturas al ´pujar a la romeria´ a pesar de que al llegar a la ermita se encontraran con música de ambiente en un altavoz en lugar de que algún grupo folclórico hubiera amenizado la jornada en directo. Además, cualquier día, junto al bocadillo de tortilla de habas, habrá que acudir a la blanca ermita con gran cantidad de dinero en el ´saquet´ para hacer frente a los altos precios --¿alguien los regula?-- a los que se vendían los productos típicos. Disfrutar de una ´figa albard ´ salió por 1,20 euros y comprar un rollito con anisetes --el más pequeño--, 1 euro. Casi nada. Unos gastos que se remataban con los 1,50 euros que costaba el bus.