De autor anónimo de la escuela aragonesa, y de madera tallada, datada en el siglo XVII, y propiedad de la parroquia de los Ángeles de Cortés de Arenoso, la escultura de San Miguel Arcángel, desconocida para el gran público, es de una estética impactante por su empeño, composición y amabilidad.

Un arcángel representado iconográficamente como caballero aparatosamente armado en constante lucha contra los demonios, con una influencia romanista en la plasmación de su indumentaria. Es una bella figuración barroca del santo arcángel aliado, vestido de armadura, con coraza, escudo aparatoso, casco con plumaje, espada al aire y en lucha contra el demonio que se representa vencido bajo sus botas.

La expresividad de la figura del arcángel se subraya con el impulso aparatoso de sus alas desplegadas e indumentaria guerrera. Un pieza de gran belleza.