Una condecoración para el héroe del Grao que dio su vida para salvar a un niño. El pleno del Consell acordó ayer proponer la concesión de la Medalla de Oro al Mérito de Protección Civil al vecino de Castellón Francisco Gabriel López, a título póstumo.

El Gobierno valenciano le quiere conceder este reconocimiento “por el acto heroico y solidario que le costó la vida para salvar a un niño en la playa”, concretan.

Los hechos ocurrieron el pasado martes, cuando el albañil, de 40 años de edad, falleció tras salvar a un menor, de 13 años, que se estaba ahogando en la playa del Pinar, en una zona próxima a los espigones frente al planetario del Grao de Castellón.

“Me alegra que lo hagan”, afirmó la hermana del fallecido, María López, quien se enteró por el periódico Mediterráneo, del reconocimiento propuesto por la Generalitat. López expuso que con su actuación “se demuestra la valentía”. “El valor se lo ha llevado mi hermano con él”, expuso. “No hay palabras. No se lo pensó dos veces con alguien que no era nada suyo, ¿qué no hubiera hecho por los suyos?”, expresó la hermana de Gabriel, quien afirma que “es muy duro esto” ya que era “mi único hermano varón”. María perdió a su marido hace cinco años y se encontraba ayer viernes visiblemente afectada por los acontecimientos.

CONDECORACIÓN // El vicepresidente y conseller de Presidencia, José Císcar, explicó que la Generalitat valenciana ha acordado proponer la concesión de esta medalla, en aplicación del decreto 60/2009, de 30 de abril, del Consell, por el que se regula la concesión de distinciones en materia de protección civil.

Císcar aclaró que con estas distinciones la Generalitat reconoce la labor de profesiones y ciudadanos que llevan a cabo algún tipo de acción que “por su carácter heroico, ciudadano y colaborador merecen este tipo de distinciones”. En este caso, el Consell ha valorado que la acción de Francisco Gabriel López “es merecedora de la mas alta distinción en materia de protección civil”.

María apuntó que aquella fatídica tarde “no se actuó debidamente”, pues “los testigos dicen que no había nadie en la torreta y que cuando fueron a asistir a mi hermano no tenían mucha prisa ya. Es lo que oigo, porque ojalá hubiera estado allí”, dijo. H