Si se autoriza de nuevo la inyección de gas en el almacén de la plataforma Castor, frente a Vinaròs, se producirán otra vez más miniseísmos. Así consta en un avance del estudio que encargó el Ministerio de Industria al Instituto Geológico Minero.

Una conclusión que llevaría, irremediablemente, a la opción de la paralización definitiva como única opción para que no vuelvan los temblores de tierra en la zona del golfo de Valencia, frente a las costas del Maestrat y otros puntos, ya en tierra, afectados por las réplicas a lo largo de las últimas semanas. El estudio, que se está ultimando en detalle y que ayer avanzó parcialmente la cadena SER, se entregará por parte de los expertos la semana próxima al Ministerio. Aunque explícitamente no consta la petición de que se mantenga la orden de paralización, de modo implícito la recomendación es que continúe inactivo sine die, a riesgo de nuevos movimientos de tierra.

ENTRE TRES Y CUATRO GRADOS // Técnicamente, según los expertos, el fenómeno producido en Castor obedece a la “sismicidad inducida” y, en este caso, la previsión es que no se superen los 3 grados en la escala Ritcher, con lo cual la mayoría no serían sentido. Sin embargo, también se ha localizado la falla que provocó el de mayor magnitud, de 4 grados. Pero aunque es “pequeña” y no esperan que provoque terremotos de más nivel, no descartan que, por inducción de Castor, se podrían repetir los de cuatro grados, sentidos por la población.

Ante este riesgo, y aunque desde el martes 29 --que fue de 1,9-- no se ha producido ningún seísmo, los ciudadanos siguen movilizándose. El 10 de noviembre rodearán la planta terrestre, en Vinaròs, para exigir el cierre definitivo y que no se pague indemnización a la empresa. H