Luto y dolor en el ámbito religioso y católico castellonense. Menos de una semana después de que falleciera el sacerdote Vicente Bengochea Meyer, uno de los promotores de la reconstrucción de la Concatedral de Santa María de la Asunción de Castellón, el viernes falleció a los 96 años Evaristo de Vicente, quien durante dos décadas ocupara el cargo de presidente del Comité Ejecutivo del Patronato para la Culminación de las Obras de la iglesia Mayor.

Las exequias fúnebres por el alma de De Vicente tendrán lugar hoy, a las 10.30 horas en la parroquia de la Sagrada Familia. Cuando en el año 2015 presentó su dimisión por edad, el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente quiso agradecerle, en calidad de presidente del patronato, su dedicación y desvelos por la culminación de las obras de reconstrucción de la antigua arciprestal de la capital de la Plana.

Todavía se le recuerda con aquella alegría innata en 1999 cuando el que fuera obispo de la diócesis, Juan Antonio Reig Pla, consagró la concatedral castellonense en lo que significaba la finalización de las obras, en una jornada jubilar del 4 de mayo, 75º aniversario de la coronación canónica y pontificia de la Mare de Déu del Lledó. El servicio a la Iglesia ha sido, en efecto, una de las características de Evaristo de Vicente. Miembro del Opus Dei, también perteneció al Consejo Económico del Arzobispado de Valencia, servicio que le mereció la medalla Pro ecclesiae et Pontifice, concedida por San Juan Pablo II y que es el más alto distintivo eclesiástico a un seglar.

Padre de siete hijos, el mayor, Evaristo, es sacerdote. Este declaraba que «ha sido un ejemplo de católico, y que ha sido el cauce de la gracia por el que me ha llegado todo lo que pueda ser humana y espiritualmente». Evaristo de Vicente hijo destacaba la calidad humana de su padre, recordando cómo en el último año y medio, aunque no podía andar, nunca le escuchó una queja.