La situación de los hospitales públicos de la provincia es de máxima alerta, al situarse en el nivel 4, según el Ministerio de Sanidad. La presión asistencial después de las fechas navideñas ha ido a más en plena tercera ola, llevando a suspender las operaciones no urgentes para destinar todos los recursos asistenciales a hacer frente al coronavirus. Aunque ya empiezan a haber tensiones en la atención, el aprendizaje de la primera ola permita al sistema está mejor preparado con planes de contingencia que prevén la habilitación de nuevos espacios.

Antes de la pandemia Castellón contaba con unas 40 camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI), mientras que ahora dispone de cerca de 80 con la posibilidad de seguir ampliando, en caso de necesidad, gracias a los respiradores adquiridos que permiten convertir una cama de aguado en una para crítico, aunque los sanitarios advierten de que se requiere personal para saber emplear estos dispositivos.

La provincia registró ayer un triste récord de hospitalizaciones con 248 personas ingresadas por coronavirus, una cifra que no se había registrado ni durante la primera ola. De estas, 31 de ellas se encuentran críticos.

El General

El Hospital General, como centro de referencia en la provincia, es el que dispone de mayor capacidad en su UCI, llegando a las cerca de 40 camas, unas 30 para enfermos covid. El centro ha preparado ocho camas en la zona de cirugía sin ingreso para estos pacientes por si fuera necesario. Y es que ayer desde CSIF advirtieron de que pacientes graves con otras patologías del hospital de Sagunt han sido derivados al General por falta de espacio.

El Provincial, un centro libre de coronavirus, tiene nueve puestos UCI de los cuales ayer habían libres tres, según informó el sindicato de enfermería Satse.

La situación en la Plana, tras haber derivado días atrás pacientes covid en estado grave al General parece ahora más controlada, después de que a las 10 camas UCI y a las seis para otros enfermos, situadas en reanimación, se hayan sumado cinco boxes en la unidad de cirugía sin ingreso, que todavía no se han empleado.

Dado su pequeño tamaño, la situación es más critica en el Comarcal de Vinaròs, con 11 boxes para críticos, de los cuales ayer por la mañana había diez ocupados. El centro plantea la posibilidad de acondicionar cuatro puestos en la unidad de recuperación postanestésica (URPA).

«Los hospitales prácticamente han cesado todas las operaciones que no son urgentes, e incluso, como la Plana ha enviado pacientes al hospital privado IMED de Valencia (roturas de cadera), ya que quieren tener las camas de UCI para covid. El problema adicional es el de las listas de espera que se van a las nubes, y el abandono del seguimiento de los crónicos», alertan desde CSIF Castellón. Las derivaciones a la privada, a priori, son de pacientes no covid.