La nueva avenida de Lledó contará, tras su remodelación, con usos sociales y culturales para el disfrute de la ciudadanía, tal y como recoge el anteproyecto de la obra que dispone de un presupuesto total de 3,3 millones (3,2 millones para su ejecución y 81.837 euros para la redacción del proyecto) que será asumido, al 50%, por los fondos feder y municipales.

Durante los 1,5 kilómetros desde la plaza María Agustina hasta la basílica del Lledó, los castellonenses dispondrán de varios puntos de Bicicas, recargas para vehículos eléctricos, aparcabicicletas que darán servicio a los ciclistas que circulen por el carril previsto para este tipo de vehículos, espacios de juegos, bancos, un jardín sensorial --espacio vegetal delimitado que acoge a la vez la fauna y la flora con el objetivo de estimular los cinco sentidos--, huertos urbanos, circuitos de actividad física y espacios que acogerán conciertos, cine y teatro al aire libre o incluso un speakers’ corner, tal y como recoge el documento del anteproyecto de esta remodelación.

La Consolación

Además, en el entorno del colegio de Nuestra Señora de la Consolación, también se ubicarán láminas de agua y una zona de juegos para los más pequeños de la ciudad.

Pese a que el plazo para comenzar los trabajos estaba previsto para finales de año, el hackeo perpetrado al sistema informático del Ayuntamiento de Castelló ha motivado retrasos en la presentación de propuestas a la licitación. De hecho, y tal y como recoge la plataforma de contratación del Estado, dicho término finalizaba el 21 de abril y ahora se ha suspendido «hasta resolver los problemas».

Hay que recordar que la ejecución de la remodelación de la avenida de Lledó, que elimina el carril de entrada a la ciudad desde la escultura de Tombatossals hasta la plaza María Agustina lo que ha ocasionado quejas en vecinos y comerciantes, está prevista que finalice en 14 meses una vez comiencen los trabajos. 

¿Y el acceso a la basílica del Lledó?

El Ayuntamiento de Castelló se ha comprometido a garantizar el acceso hasta la basílica del Lledó para los coches y autobuses que llegan hasta el templo con el fin de visitarlo o participar en algún enlace matrimonial. El hecho de que el anteproyecto contemple la peatonalización del último tramo de la avenida del Lledó --desde la rotonda de la ronda de circunvalación hasta las inmediaciones del recinto religioso-- ha suscitado inquietud entre algunas de las personas que visitan la basílica ya que consideran que dicha peatonalización impedirá la llegada de estos vehículos hasta las escaleras y la parte delantera de esta. De esta forma, en el caso de que dicha rehabilitación implicara la eliminación del vial actual que permite la circulación en el entorno del peiró, los autobuses tendrían que llegar hasta el templo por el camino de la Plana donde existe una rotonda de escasas dimensiones donde a duras penas podría circular un vehículo de estas dimensiones. «El detalle de esta situación se plasmará en el proyecto definitivo», explicaron fuentes oficiales.