Dos carriles de circulación, uno por sentido, en el último tramo de la avenida de Lledó (entre la ronda de circunvalación y la basílica) facilitarán a los castellonenses el acceso al templo en vehículo, según recoge el proyecto de la remodelación de este vial, tal y como ha podido saber el periódico Mediterráneo. Ambos viales estarán reservados para el uso exclusivo para residentes y autorizados a los dos lados del paseo con el fin de que puedan acceder en coche al entorno de la basílica de la Virgen del Lledó. De hecho, la solución a este tramo era una de las cuestiones que también preocupaban a los castellonenses que suelen acudir a bodas o a algún otro evento a la basílica de la patrona de la ciudad de Castelló.
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Preferencia al peatón
Además, el documento también recoge la resolución que la UTE (Becsa-Telecso) le ha dado al cruce de la avenida con el camí Caminàs, enfrente de la cruz. Se trata de una plataforma elevada al nivel de la acera peatonal de dicho bulevar que dará preferencia al peatón pero sin impedir la llegada de los vehículos que estén autorizados.
A estas mejoras se suman, tal y como adelantó este diario, más zonas ajardinadas, con un mayor número de árboles y parterres en las aceras y medianeras con el objetivo de que sea sostenible y se adapte a los requisitos europeos.
De esta forma, el bulevar contará con nuevos usos de la cerámica e impulsará una nueva transformación urbana sostenible que situará a la ciudad en la vanguardia del urbanismo basado en criterios de sostenibilidad y alienado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los trabajos también contemplan la eliminación del carril de circulación de entrada a la ciudad desde la escultura de Tombatossals al centro, así como la ejecución de un carril bici, zona peatonal y la supresión de la valla del parque Rafalafena que, según explicaron desde el Ayuntamiento, contribuirá a dotar de mayor seguridad a esta parte de Castelló.
Oposición vecinal
La remodelación de la avenida de Lledó está prevista que comience en el mes de diciembre, tras la presentación del proyecto al consistorio, pese al rechazo de una parte de los vecinos que se muestran en contra de estas obras ya que consideran que quitarán también plazas de aparcamiento en la zona. Una repulsa que mostraron la semana pasada en el transcurso de una manifestación a la que asistieron alrededor de 300 personas, según la Policía Local, y 500 según los organizadores de la concentración.
Los plazos que maneja el consistorio establecen que la nueva avenida de Lledó comience a prestar servicio en el año 2023.