Se le atribuye a Betty Friedan, que fue una reconocida psicóloga y representante del movimiento feminista en Estados Unidos, una brillante cita que afirma que: "Envejecer no es juventud perdida, sino una nueva etapa de oportunidad y de fuerza". Pues bien, esta reflexión bien podría resumir la longeva vida de la grauera Teresa Castell Almela, una que auténtica luchadora que el pasado 23 de abril pudo celebrar sus 106 años de vida.

Cuando una persona alcanza esas edades se da por sentado que su fortaleza y vitalidad son extraordinarias, pero el caso de Teresa supera incluso este calificativo. Lo podemos afirmar porque hemos podido hablar con una de sus nietas, y con mucho orgullo nos ha asegurado que la mejor forma de definir a su querida abuela es utilizando la palabra 'trabajo'.

Amparo Marco entregando un ramo de flores a Teresa Castell

Teresa ha tenido un sinfín de empleos, hacía uso de la Panderola para desplazarse desde el Grau hasta Castelló cargada de cestas de pescado que posteriormente vendía para poder mantener a su familia, también la recolección de judías y el trabajo en el campo ocuparon gran parte de su extensa vida laboral. Pero para entender el espíritu y el esfuerzo de Teresa, basta con conocer cómo llegó a su jubilación.

Tras quedar su marido incapacitado para trabajar por las piernas, ella decidió realizar largas campañas de recolección de naranjas, de esta forma pudo seguir aportando, pese a su ya extensa edad, ingresos suficientes para que los suyos pudieran seguir adelante.

Su prioridad, el cuidado de los suyos

Otra gran faceta de su vida ha sido cuidar a sus familiares, y es que esta mujer ha tenido que vivir muy de cerca la pena que provoca la muerte, pues ninguno de sus dos hijos está con vida. Actualmente, tiene cuatro nietos y dos bisnietos.

Su hija, también llamada Teresa, sufrió una dura enfermedad conocida como Esclerosis Múltiple, y como no, fue ella, junto a su yerno, la encargada de cuidarla. No fue hasta el fallecimiento de su yerno, ya cuando ella tenía 105 años, cuando pasó a necesitar la ayuda de tres mujeres que a día de hoy están con ella para cuidarla.

Floren, su nieta, afirma que: "Se que está feliz porque no he tenido recurrir a ninguna residencia, y eso es gracias a ella y a su trabajo, actualmente todos los gastos que supone su cuidado los costeamos del dinero que ella generado durante su vida. Para nosotros no hay mejor herencia que el ver como ella sigue cumpliendo años en su propia casa".

Una visita especial

Este viernes, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, y la concejala de Gente Mayor, Mary Carmen Ribera, han visitado a Teresa Castell Almela en su casa del Grau. El motivo del encuentro ha sido felicitar a Castell por sus 106 años, y le han entregado un bonito ramo de flores.

Teresa Castell, la mujer más longeva de Castelló

Su nieta comentaba orgullosa que: "Me ha parecido muy emotivo, estoy muy contenta con el detalle que han tenido con ella. Y para que se entiendan la vitalidad que tiene mi abuela, solo os diré que se ha despedido con la alcaldesa diciéndole "nos vemos el año que viene".