Un gol en ocho partidos es, más allá de errores o decisiones cuestionables de los árbitros, la verdadera causa de que las opciones del CD Castellón de disputar la fase de ascenso a Segunda División --ya no de subir-- resulten una auténtica quimera. Un gol en ocho partidos y una victoria en ocho jornadas; peor, incluso, que los ya descendidos UCAM Murcia, Betis Deportivo o Costa Brava.
La sequía del Castellón es la sequía de sus delanteros. No han marcado en estos ocho encuentros más recientes, donde el albinegrismo solamente ha podido celebrar la afortunada diana de Pablo Hernández ante el Algeciras. Entre los cuatro jugadores con verdadera vocación de ataque, César Díaz, David Cubillas, Mario Barco y Juanto Ortuño, acumulan entre 720 y 937 minutos sin marcar, para un total de 3.227. Es decir, casi 54 horas (dos días enteros y un buen rato del tercero).
La causa principal del desplome
¿Por qué el Castellón, a tres jornadas del final, se ha despedido de la promoción, si no de forma matemática, sí virtualmente? Pues, seguramente, la causa que encabece este razonamiento es la falta de gol, que ya se sospechaba en verano a tenor del bagaje realizador de los jugadores que componían la plantilla, que ha ido confirmándose a lo largo del ejercicio (después de que tampoco fuera subsanada en el mercado de invierno) y que, después del espejismo ante Real Madrid Castilla y Sabadell (tres tantos en cada uno de estos dos duelos), se ha rubricado, tristemente.
César Díaz es el que más tiempo lleva sin ver portería (937 minutos, desde que acortara distancias en el Castellón-San Fernando: 1-3). Después, están los 826 de David Cubillas (dio la victoria en la visita el filial del Betis). Mario Barco está en los 744 y Juanto Ortuño, en 720 minutos, luego de que estos dos últimos anotaran en el mismo encuentro, firmando la remontada en la Nova Creu Alta (1-2 y 1-3, respectivamente).
Entre los cuatro apenas suman 17 tantos, de los 33 del Castellón (es decir, la mitad). Tampoco ha habido otro jugador, por la deserción de los cuatro puntas, que haya cogido el testigo. Kialy Abdoul Koné tampoco marca desde esa última victoria a domicilio. Y Pablo Hernández apenas está en los tres.
Un dato altamente llamativo: Juan Carlos Arana, delantero de un Villarreal B que el sábado amenaza Castalia, solamente suma uno menos (16). Y el pichichi del grupo 2 de Primera RFEF, el azulgrana Ferran Jutglà, está en los 18.
Apenas 10 futbolistas han visto portería, otro factor determinante que sitúa al Castellón como el cuarto menos anotador del grupo con 33 (los mismos que el Sevilla Atlético), únicamente por delante de Costa Brava (21), Betis Deportivo (23) y Linense (27). Si, encima, la fiabilidad defensiva ha caído en picado (ocho goles recibidos en las tres salidas más recientes), pues la misión se convierte en imposible.
Deberes para el verano
Sin duda alguna, el Castellón debe acudir al mercado en vista de ese hombre-gol que, históricamente, tanto se le ha resistido. De lo contrario, volverá a estar en inferioridad de condiciones para, la próxima campaña, intentar de nuevo el ascenso al fútbol profesional.
