Los trabajos de recuperación de la iglesia Arciprestal de Vinaròs, dentro de la campaña de restauración realizada por la Llum de les Imatges, han supuesto el descubrimiento y puesta en valor de unas pinturas fingidas que se encontraban ocultas en las tres fachadas del templo --norte, este y oeste-- y que formaban parte de la decoración exterior.

Las obras, muy deterioradas debido a la acumulación de suciedad y por el paso del tiempo, datarían del siglo XVIII y, según las hipótesis que manejan los técnicos, podrían pertenecer al taller de los Guilló, autores de los frescos de las capillas laterales.

Tras el hallazgo --al que ha contribuido el hecho de que en el imaginario colectivo de Vinaròs se conservase la idea de la existencia de una imagen de San Cristóbal en la parte este--, se ha hecho un laborioso trabajo de documentación, con un estudio de planos de la época, y se ha conseguido representar la totalidad de los frescos. El arquitecto responsable de la obra, Carlos Boigues, señaló que “se han sacado a la luz unos 1.500 m2 de pinturas que, en el caso del frontal norte, recorren el muro siguiendo el gusto decorativo de aquella era”.

Las piezas halladas muestran tramos fingidos de sillares, una representación de los altares y las capillas laterales que se ven a través de una puerta abierta y, en estos momentos, se está trabajando en la recuperación de lo que, según los técnicos, podría tratarse de una imagen del diablo.

Una vez finalicen los trabajos y se retiren los andamios, el descubrimiento podrá admirarse, tal y como hicieron los vecinos del Vinaròs del siglo XVIII. Además, será uno de los atractivos de la exposición Pulchra Magistri. El esplendor del Maestrazgo, que se inaugurará a comienzos de diciembre.

El secretario autonómico de Cultura, Rafael Ripoll, destacó que “la muestra es el proyecto cultural más importante de Castellón. Estamos ante un acontecimiento histórico: después de 300 años se podrán volver a observar estas pinturas, de dimensiones únicas en toda la Comunitat”. H