Capturan 500 kilos de cangrejo azul frente la playa Norte de Peñíscola

La barca Dos amics, capitaneada por el patrón Cristian Monfort, llegó ayer al puerto de Benicarló, tras pasar también por Peñíscola, con una elevada captura del ejemplar que se ha convertido en el auténtico azote de los pescadores. En sus redes se amontonaba casi media tonelada de cangrejo o jaiba azul, una de las especies invasoras más perjudiciales del Mediterráneo. El Callinectes sapidus no solo es un voraz depredador de las especies autóctonas, también causa importantes daños en los aparejos de pesca. «Las redes han quedado inservibles, ya las puedo tirar. Las destrozan con las pinzas, cortándolas y llenándolas de agujeros», apunta Monfort.

Al igual que el resto de patrones de embarcaciones de trasmallo, insta a la Conselleria de Medio Ambiente a aplicar medidas que favorezcan la captura del crustáceo. «Para nosotros es una ruina, se debería establecer un precio y que nos autorizasen a utilizar artes de pesca específicas para este ejemplar», demandan los afectados.

Precisamente, estas son algunas de las reivindicaciones que pondrán mañana miércoles sobre la mesa en la reunión que se celebrará en la sede de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Castellón, encuentro al que está previsto que asistan representantes del Consell.

Más métodos de captura

Los perjudicados solicitarán ayudas para sufragar la adquisición de nasas --redes de pesca pasiva en forma de cilindro-- en caso de que se autorice su uso, ya que recuerdan que «en Cataluña, donde el cangrejo azul también es una grave amenaza, se permite su utilización, pero no en la Comunitat». «Queremos trasladar a los políticos la problemática. Es urgente que se busque una solución definitiva porque ha alcanzado cifras de plaga y también puede perjudicar gravemente al turismo, con las consecuencias negativas que acarrearía para la economía», avisan.

De hecho, la alerta de la incidencia turística se basa en la circunstancia de que la captura del Dos amics a la altura de la urbanización Peñismar, un lugar de baño muy frecuentado y que une las dos localidades. «Si los cangrejos azules cortan las redes con facilidad con sus pinzas, también pueden causar heridas a los bañistas», destacaron.

La poca rentabilidad es otro argumento. Y es que en la subasta de ayer en la lonja de Benicarló solo se vendieron 40 cajas, unos 100 kilos. Las altas temperaturas de los últimos días han propiciado que se adelantara su proliferación y los ejemplares son más grandes que hace unos meses.