Hace no tantas décadas, era habitual que más de un pueblo de la provincia pudiera tener su pequeña discoteca para que los jóvenes no tuvieran que desplazarse fuera en busca de ocio. Pero lo que consiguió La Factoría, en Forcall, aún se recuerda en la localidad y la comarca de Els Ports años después. Y es que esta sala, que abrió en 1988, logró que actuara en un municipio de unos 550-600 habitantes por aquel entonces (ahora tiene 456) ni más ni menos que Extremoduro.

Como curiosidad, la suerte no acompañó a los gerentes del establecimiento, A. Piquer y M. Altaba, el día del concierto de la banda liderada por Robe Iniesta (en febrero de 1992), ya que cayó una fuerte nevada y de las 1.000 personas que podrían haber llegado a ir al directo (era el aforo del local) solo pudieron asistir al final 150, porque las carreteras para acceder a Forcall estaban prácticamente inaccesibles. 

Imagen del concierto de Extremoduro en La Factoría, en febrero de 1992.

Sala con mucho tirón

La de Extremoduro solo fue la punta del iceberg de las numerosas actuaciones de primer nivel que acogió La Factoría, por la que pasaron bandas conocidas a nivel nacional como Barón Rojo, Sopa de Cabra, El Chaval de la Peca o Los Limones, además de grupos míticos de la provincia como Tom Bombadil, Los Romeos o Morcillo el Bellaco.

17

GALERÍA | Extremoduro, Barón Rojo o Sopa de Cabra: estos son los conciertos míticos de la discoteca La Factoría Javier Ortí

Más allá de los conciertos, la discoteca ofrecía fiestas semanales para todo tipos de públicos, como el añorado Bikini Club (toda un evento referente en los años 90), celebraciones temáticas o desfiles de moda, incluso.

No en vano, su singular pista de baile, su pub superior, su zona de juegos y su acogedora terraza, a la orilla del río Caldés, hicieron de La Factoría un referente durante muchos años. Lugar de reunión para cientos de jóvenes (no solo de la comarca, sino también de Teruel), en la disco se podía bailar música de todos los tipos (remember, rock, comercial, etc.) hasta altas horas de la madrugada, de la mano de los deejays residentes Ivanix, Omar, Miguelet o Javi Mariló.

La discoteca es un taller actualmente

«Hubo una temporada en que, los domingos, Forcall se llenaba de coches, de juventud con ganas de bailar y de pasárselo bien. A veces, era complicado hasta aparcar en el pueblo», recuerda Iván Piquer (DJ Ivanix) sobre aquella época.

La discoteca La Factoría es actualmente un taller en Forcall. Javier Ortí

La discoteca cerró las sesiones semanales en el 2000, aunque acogió eventos puntuales en su interior hasta el 2002, cuando cerró de forma definitiva. Actualmente, el local, reconvertido, es un taller.

Las discotecas precursoras

Si bien La Factoría fue la discoteca de Forcall con más renombre, sobre todo ante el caché de algunos de sus conciertos, para entender el boom de esta sala de ocio hay que echar la vista atrás y recordar los otros establecimientos más humildes que marcaron el camino.

Es el caso de la Ribes, ubicada en la carretera de Forcall dirección a la Todolella, a las afueras del pueblo, que es la primera disco forcallana que se recuerda. Viendo el éxito que tuvo, unos vecinos decidieron seguir ese ejemplo y abrieron la Caldés, local que a la postre, tras el cierre de ambas salas, pasaría a ser La Factoría a finales de los 80.