Vinaròs celebrará el próximo 7 de junio una edición especial del Concurso de Cocina Aplicada al Langostino y del 21 de mayo al 13 de junio unas jornadas gastronómicas en las que se podrán degustar platos de los restaurantes participantes.

El concejal de Interés Turístico y Promoción de la Ciudad, Marc Albella, explicó ayer que será este año una cita «de transición» hacia el nuevo modelo de la Fiesta del Langostino que desde su departamento se avanzó a principios de legislatura --y tenía que pasar a llamarse Gastrofestival del Langostino de Vinaròs y cambiaba sus fechas de celebración a finales de mayo y principios de junio--, pero que la pandemia no ha dejado aún estrenarse.  

Así, y de manera extraordinaria, en esta ocasión el concurso de cocina aplicada al langostino será exclusivamente con participación de restaurantes locales. Será el 7 de junio, de 10.00 a 13.30 horas en el Santuario de la Mare de Déu de la Misericòrdia, a puerta cerrada y solo con presencia del jurado, algunos invitados y los medios de comunicación, teniendo en cuenta las restricciones de aforo aún vigentes. El certamen podrá seguirse por streaming y por el canal de Youtube de Turisme Vinaròs. 

El embajador de la costa de Vinaròs

El langostino es uno de los productos más valorados y conocidos de los fondos marinos de nuestra provincia, embajador gastronómico de nuestra costa, muy apreciado por cocineros, gastrónomos y consumidores. En las mesas navideñas, y en cualquier tipo de celebración, no puede faltar esta exquisitez, que podemos adquirir en las pescaderías de nuestros mercados municipales prácticamente todo el año. Sin embargo, la mejor época para comer langostinos, con todo su esplendor gastronómico es durante los meses de mayo y junio además de los meses de octubre y noviembre.

Si nos decidimos por comprar langostino congelado debemos saber que probablemente no será de nuestra costa. Hay que prestar atención a los langostinos que podemos encontrar vivos en el mercado, ya que muchos de ellos son de acuicultura y tratados para su recepción en vivo y una mejor comercialización.

A este crustáceo le gusta vivir enterrado en la arena, cerca de las desembocaduras de ríos y estuarios. Precisamente por su hábitat natural, cerca de aguas poco saladas, su sabor es menos yodado que otros mariscos. Pero la gran excelencia del langostino es su textura, difícil de igualar a otros mariscos, de una gran sutileza y con una finura irrepetible.