El Ayuntamiento de Almassora incorpora este lunes los primeros 86 contenedores de recogida de basura orgánica que distribuirá por islas junto al resto de depósitos con el objetivo de reducir los residuos urbanos. La alcaldesa, Merche Galí, ha presentado la campaña Marrón por fuera, verde por dentro junto al gerente de FCC, Vicente Colás; el concejal de Gestión de residuos, Javier Martí, y alumnado de los seis colegios y dos institutos de Almassora.

El objetivo de esta puesta en escena pasa por involucrar a todas las franjas de edad de la población en el uso correcto del nuevo contenedor, que tendrá una frecuencia de recogida de cuatro jornadas semanales. La empresa ha incidido en la importancia de separar bien los biorresiduos para evitar problemas durante el tratamiento y gestión. Alimentos (también los caducados), papel de cocina, tapones de corcho o cáscaras de huevo pasan a depositarse en este nuevo contenedor de color marrón.

La campaña cuenta también con la incorporación de un educador ambiental para resolver dudas a la ciudadanía en general y, en concreto, a grandes productores como hostelería o centros educativos. La prohibición de tirar al contenedor marrón toallitas húmedas, compresas, pañales, bastoncillos y otros elementos de higiene personal es una de las dudas más frecuentes que quiere atajar la campaña.

Frecuencia de vaciado

Además de sumar este contenedor, el servicio incrementa la frecuencia de vaciado de contenedores para el depósito de envases ligeros, de una vez a la semana a dos veces. De igual forma, el equipo de gobierno plantea nuevas acciones para facilitar el servicio de recogida de cartón puerta a puerta a los comercios con una frecuencia semanal y para el que el consistorio destina 21.358 euros.

El objetivo último de todas las campañas planteadas desde el departamento de Medio Ambiente pasa por revertir los datos de finales de 2020 que cifraron en un 85% el volumen de basura que fue a vertedero, frente al 15% de material reciclado. Reducir los costes económicos e incrementar la protección al medio ambiente son las dos máximas de la modificación del contrato del servicio de recogida.

Es por ello que la labor informativa será clave en las próximas semanas en espacios como el mercado ambulante, pero también en los negocios de restauración. El circuito continuará en otoño en los centros educativos para mostrar al alumnado la importancia de reducir el consumo y garantizar el tratamiento correcto de los desechos.