La pedagogía que durante meses han venido realizando las diferentes asociaciones de vecinos de la playa de Nules ha dado resultados en lo que el alcalde, David García, calificó ayer como un «día histórico». En respuesta a la convocatoria realizada la semana pasada, cientos de pancartas con el lema «Espigones ya» cuelgan hoy de terrazas ventanas y balcones de todo el poblado marítimo al paso de una caravana de coches con la que han querido suplir la manifestación que no organizaron por la pandemia, aunque el objetivo perseguido es el mismo: visibilizar la problemática de la degradación del litoral local.
En especial desde la plataforma ciudadana Platges de Nules, se han esforzado por demostrar con argumentos las implicaciones que tiene la pérdida de costa más allá de las consecuencias tantas veces repetidas para las personas con viviendas en primera línea. La falta de inversiones para garantizar la protección de la playa está provocando pérdidas patrimoniales, culturales y medioambientales, y así vienen reivindicándolo bajo la máxima de que no intervenir, en este caso «es destruir».
El alcalde ha destacado que la de hoy ha sido «una movilización de la sociedad civil», aunque tanto socialistas como Partido Popular se han sumado con la publicación de sendos comunicados pidiendo la protección de la costa.
Situación insostenible
Según García, «frente a la falta de hechos» la gente ha dicho basta «ante una situación que ya es insostenible» porque «la regresión no cesa y es tan necesario como urgente acometer las obras de construcción de los espigones».
Lo cierto es que la reivindicación no tiene precedentes. Hasta ahora solía circunscribirse la problemática con Costas a las propiedades de primera fila, pero a esta demanda se ha sumado ahora una más global, a la que han respondido masivamente los vecinos que, si bien no todos sacaron los coches a la calle para sumarse a la caravana, sí que colgaron de sus casas las pancartas repartidas.
Sus demandas son claras. Piden al Ministerio para la Transición Ecológica «la protección urgente e inmediata de nuestro litoral y de su patrimonio natural, cultura e histórico», pero también exigen el «compromiso y apoyo de la Generalitat en la reivindicación ante el gobierno central». Desde el punto de vista autonómico, atribuyen mayor responsabilidad al Consell al no haber invertido para paliar los efectos de la construcción del puerto de Burriana.