Ninguna de las falleras mayores de la Vall d’Uixó, ni las de la ciudad ni las de las distintas comisiones, ha tenido la oportunidad de vivir unas fiestas como les habría gustado cuando decidieron asumir ese cargo representativo. El mundo fallero local decidió aplazar las celebraciones hasta el 2022 —a diferencia de Burriana y Benicarló—, así esperaban garantizar a representantes y vecinos en general, vivir en plenitud este emblemática cita.
La Junta Local Fallera, que acaba de estrenarse tras su renovación, tenía ante sí varios retos. El primero, asumir la gestión de las primeras fiestas post pandemia y también conmemorar sus 25 años de existencia, un hito de especial relevancia para unos festejos que nacieron hace algunos años antes por el deseo de un grupo de amigos de plantar fallas en la Vall, momento histórico al que muchos asistieron con cierto escepticismo sobre su permanencia en el tiempo. Hoy en día, la ciudad cuenta con nueve comisiones.
El Auditori ha acogido un acto para poner de manifiesto la relevancia del momento. Una cita con la que la nueva Junta Local Fallera ha querido agradecer la implicación y dedicación de quienes han estado al frente de la entidad que estaba llamada a representar la unión fallera de la localidad.
Pero también han querido dar un poco del cariño y la ilusión que la pandemia les arrebató a las falleras mayores de la ciudad y de las comisiones. Lo han hecho escenificando una imposición de bandas especial, en la que han contado con dos invitados de excepción. La presentadora del acto ha sido Núria Llopis Borrego, quien fuera fallera mayor de València en el 2006, vestida para la ocasión por el modisto de la Vall, Mario Salafranca. El mantenedor ha sido otro fallero de pro, Pere Funset, concejal del Ayuntamiento de València y ex responsable de Fallas en el consistorio.
También se ha contado otra presencia destacada, la de la actual Fallera Mayor de València, que ha querido mostrar su apoyo a sus compañeros de la Vall en un día tan significativo.
