Nueva oleada de suspensiones de Sant Antoni en Castellón. Como pasó hace unas semanas con las fiestas de Nochevieja, el empeoramiento de la situación epidemiológica no da tregua y obliga a los ayuntamientos a tomar la decisión de no celebrar los principales actos en honor al patrón de los animales. Al menos por ahora, ya que la gran disparidad es si los cancelan de forma definitiva o los aplazan sin fecha para cuando el covid lo permita.

La Vall d’Uixó se suma al listado de municipios que ha optado por la segunda alternativa. Suspenden la fiesta y la romería y mantienen únicamente el pasacalle previsto para el 22 de enero, que organiza la Associació de Genets i Carreters. «Valoraremos la situación sanitaria para ver si fuera posible hacer la celebración más adelante», explican desde la asociación cultural Ermita de Sant Antoni de la Vall.

Situación idéntica en Segorbe, donde el Ayuntamiento y el colectivo organizador de los actos deciden posponer sine die las actividades de San Antón, que estaban programadas del 8 al 23 de enero. También las aplazan sin fecha en la pedanía de Peñalba. Los festejos comenzaron el pasado fin de semana con el inicio de la novena y las carreras de cintas, pero el virus, con la cifra más alta de positivos desde que se inició la pandemia (hay 206 casos activos), aconseja la paralización de los actos.

En Alcalà, los mayorales comunican que, «por razones de seguridad y prevención», suspenden la misa y la romería previstas para el día 23 en Alcalà y el día 30 en el núcleo de Alcossebre.

Vilanova d’Alcolea, con una de las fiestas de Sant Antoni más populares de la provincia, también aplaza su multitudinaria hoguera. «Por precaución, la posponemos para más adelante. La fecha definitiva se comunicará en su debido momento y dependerá del estado de la pandemia», esgrimen desde el Ayuntamiento.

Otro foco arraigado de las santantonaes en el interior, como es Vilafranca, también deberá esperar unos días más para celebrar la fiesta. En principio, el aplazamiento inicial es de dos semanas (ahora lo celebrarían el 5 y 6 de febrero), pero todo dependerá de la evolución de los contagios.

También posponen, sin fecha, la festividad en Atzeneta. Llucena suspende la tradicional matxà y Sant Mateu cancela directamente todos los actos y anuncia que este año no habrá Sant Antoni.

El que también ha optado por, de forma tajante, suspender los festejos previstos para este 2022 es Altura, puesto que el consistorio tiene claro que «en dos semanas la incidencia no va a bajar a niveles adecuados» para celebrar los actos. «Esperamos que durante el 2023 se puedan realizar como antes de la pandemia», desean.

Los que mantienen la fiesta

En la otra cara de la moneda, entre los que deciden seguir adelante con la fiesta, están Benassal (que propone modificaciones obligadas en la programación, como que solo podrán participar en el ball pla los mayorales), Benicarló o, sobre todo, Orpesa y Forcall, que mantienen su cartel casi por todo lo alto.