Formación y consciencia plena de las responsabilidades en las que se puede llegar a incurrir. Estas fueron dos de las principales conclusiones abordadas ayer en el transcurso de la Jornada Autonómica sobre Seguridad y Bous al Carrer celebrada en la Vall d’Uixó, en la que se dieron cita todos los implicados en los festejos taurinos populares para debatir sobre los aspectos relacionados con la seguridad, desde el punto de vista de los participantes activos, los espectadores, los ciudadanos ajenos a la celebración y el bienestar animal.
Los temas a tratar fueron muy amplios, porque si el ganadero Germán Vidal expuso que tras la pandemia se ha encontrado con la circunstancia de que no tiene suficientes animales para atender a toda la demanda --durante dos años muchos ganaderos se vieron obligados a sacrificar reses--; la veterinaria Paula Martínez habló profusamente de las características de los toros cerriles y sus necesidades para garantizar su bienestar, que no siempre coinciden con lo que algunas veces se cree.
Fue el agente de la Policía Local de la Vall y director taurino en la ciudad, Javier Belenguer, quien ya introdujo la importancia de estar preparado para dar respuesta a las diferentes circunstancias que pueden producirse en una exhibición, «y no siempre se sabe qué hacer», lo que puede tener consecuencias, según los casos, graves.
«Hace falta formación», afirmó, «para saber cuáles son las obligaciones y ser conscientes de nuestra autoridad para poder ejercerla».
En la misma línea intervino el alcalde de Soneja, Benjamín Escriche, que habló en representación de esa gran mayoría de municipios pequeños en los que la dirección taurina debe ser asumida por las autoridades municipales. «Hace falta formación», afirmó, «para saber cuáles son las obligaciones y ser conscientes de nuestra autoridad para poder ejercerla».
Escriche mencionó los cursos que se realizaron coincidiendo con la reactivación de los bous al carrer tras el parón de la pandemia para saber aplicar los protocolos anticovid en los recintos. «Fueron muy interesantes, y de igual modo podrían formar a quienes organizan y velan por la seguridad en los toros, para que conozcan sus competencias y se las crean».
Desde la Administración, Miguel Ángel Guillén, director territorial de la Conselleria de Justicia, donde se tramitan todas las autorizaciones en la provincia, remarcó el compromiso que deben asumir todas las partes de «ser muy escrupulosos en el cumplimiento de la norma, porque ese será el argumento más solvente a la hora de defender la fiesta».
En ese sentido, incidió en que «no ayudamos en nada al organizador siendo menos estrictos a la hora de no permitir saltarse ninguna de las líneas rojas que establece la ley», porque estos requisitos persiguen garantizar «la seguridad de quienes participan en las exhibiciones, de los espectadores, pero también de las personas que no lo hacen, y de los animales».
Militantes de los bous
La jornada, organizada por la Federació de Festes de Bous de la Vall con el respaldo del Ayuntamiento, contó con la presencia del secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, quien defendió su convicción de que los políticos allí presentes «somos militantes de la defensa del bou al carrer» y argumentó que encuentros como el de ayer siguen la estela de un movimiento del sector taurino iniciado hace varios años que pretende «continuar con la fiesta como tradicionalmente siempre la hemos hecho» porque «tenemos enemigos contra los que nuestra mejor defensa es seguir haciendo las cosas cada vez mejor».
«Somos militantes de la defensa del bou al carrer»
En la misma línea se expresó la alcaldesa, Tania Baños, quien afirmó que la Vall «es un modelo en el cumplimiento de la ley en materia de bous al carrer», pero también en colaboración institucional con los organizadores de los actos taurinos populares. Como ejemplo, resaltó la estrecha colaboración con la Federació de Festes, con la que tienen firmado un convenio con 90.000 euros anuales.
