Tarde taurina de más a menos la de este lunes en Almassora, en la que el quinto toro de la ganadería de La Palmosilla que participó en el encierro del sábado y faltaba por exhibir en solitario ha entrado como un ciclón y ha dejado el listón tan alto que ni el Jandilla ni el toro hermano del mismo hierro que le han sucedido han podido igualar el pabellón que ha dejado.
Volador, el primero de la tarde, ha hecho honor a su nombre y ha volado por el recinto taurino. Su potente salida del cajón en la Picaora (se ha girado hacia los cadafals con fiereza en vez de correr a galope por la plaza) ya daba muestras de que este ejemplar de Palmosilla no iba a dejar indiferente a nadie. Y así ha sido.
Su imponente presencia y tenaz bravura han provocado que diera muy buen juego y ha entrado al quite de todos los rodaors que se han atrevido a desafiar su ley. No solo entraba a todo, sino que más de un peñista ha tenido que emplearse a fondo para salir airoso de sus embestidas. Tal como coinciden muchos aficionados, este toro ha sido «extraordinario» y, de momento, ha protagonizado la mejor exhibición en lo que va de programa taurino.
Su sucesor sobre el coso, de Jandilla, ha hecho también honor a su nombre, pero en este caso para mal. A pesar de su porte, Sigiloso, ha pasado bastante desapercibido y no ha podido igualar el gran nivel del primero de la tarde.
Más de lo mismo para el que ha venido después. Panadito, el último de Palmosilla que quedaba por probar en solitario tras correr acompañado de sus otros cinco hermanos en el encierro del sábado, ha pasado sin pena ni gloria por la vila y este ejemplar colorado ha estado a años luz de Volador.
Actividades infantiles
Este lunes también ha sido el primer día del festival Almacadabra con el espectáculo El profesor Coperinni, que ha hecho las delicias de los niños en la plaza Víctimas del Terrorismo.