Todos los meses de trámites administrativos y cumplimiento de requisitos burocráticos han llegado a su fin. Las obras de construcción del puente industrial de la Vall d'Uixó han comenzado este miércoles con el acceso de la empresa adjudicataria, Becsa, a los terrenos afectados por la ejecución del proyecto comenzando por la preparación del terreno para tránsito de la maquinaria pesada y proceder a su vallado y balizado.
«Lo que parecía imposible hoy empieza a hacerse realidad después de tantos obstáculos», ha afirmado la alcaldesa, Tania Baños, que ha acudido al polígono la Mezquita para asistir a este «día histórico» para la ciudad.
El 9 de noviembre de 2022 se da cumplimiento «a un compromiso electoral y a una reivindicación histórica de los empresarios», ha remarcado Baños, que ha aprovechado el inicio de las obras para incidir en que este momento «demuestra que, realmente, tenemos un proyecto serio de ciudad, donde el impulso industrial es una prioridad», que además coincide con «una gran noticia para la Comunitat», la confirmación de que la multinacional automovilística Wolskwagen construirá su planta de baterías en Sagunto, lo que «con la ampliación de Belcaire C nos abre muchas oportunidades de futuro».
Antes de finalizar el año 2022, de acuerdo con el convenio firmado con la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, debe haberse ejecutado un porcentaje del proyecto equivalente con una inversión de 470.000 euros, y con ese propósito se ha empezado a trabajar. Según han precisado desde el Ayuntamiento, Becsa va a empezar su intervención por la parte de la infraestructura que corresponde al polígono industrial Mezquita, para no interferir en los trabajos que tiene que desarrollar Iberdrola para eliminar una línea de media tensión aérea y tres torres que, todavía en la actualidad, obstaculizarían la construcción del puente.
Si bien la primera fase de la actuación mantiene la programación planificada desde el inicio, la necesidad de relicitar la adjudicación al quedarse desierta la convocatoria, ha cambiado la organización de las obras a partir del año que viene. Como describió la alcaldesa en su momento, el nuevo contrato contempla que el millón de euros que la Generalitat comprometió para el 2023 —antes de la subida de costes de las materias primas que han encarecido el proyecto inicial— se destinará a ejecutar la infraestructura del puente, mientras que el Ayuntamiento empleará la subvención del Ivace para la modernización de polígonos industriales a completar viales y rematar las obras. No se descarta que el consistorio tenga que realizar alguna aportación. La prioridad, en cualquier caso, como siempre ha defendido la alcaldesa, es que el puente se construya y pueda ampliarse el suelo para empresas necesario para garantizar la reindustrialización que se pretende.
Para que este proyecto esté ejecutado todavía faltan muchos meses, pero el Ayuntamiento ya ha dado su visto bueno y está a la espera de la confirmación por parte de la Generalitat de un proyecto de desarrollo del PAI industrial Belcaire C propuesta por la multinacional vallera Blumaq, que ha recuperado y actualizado la propuesta de urbanización que se aprobó en el 2009 pero nunca llegó a ejecutarse.
