El Ayuntamiento de Benicàssim va a destinar 100.000 euros para la segunda fase de las obras de mejora en la escuela infantil municipal Pintor Tasio. El pleno extraordinario celebrado este lunes, el primero tras la ruptura del equipo de gobierno de PP y Ciudadanos, ha aprobado por unanimidad esta inversión con la que se procederá a la reparación integral de la cubierta del centro educativo municipal.

Como ha explicado la alcaldesa, Susana Marqués, “hace un mes iniciamos la primera fase de la obra que se centró en el módulo 1 del centro al ser la parte más afectada por filtraciones de agua. Ahora, con esta inversión vamos a poder actuar en toda la cubierta de la escoleta y, al igual que la primera fase, los trabajos se van a programar para que no interfieran en el correcto desarrollo del centro y seguir prestando el servicio educativo de calidad y atención que se ofrece a niños y niñas de Benicàssim de 0 a 3 años, muy valorado por las 264 familias usuarias”.

Las obras que se iniciaron hace un mes en la escoleta Pintor Tasio consistieron en levantar la cubierta invertida, impermeabilizar y volver a colocar aislamiento térmico, gravas y láminas de protección. La concejala de Educación, Rosa Mari Gil, ha añadido que “esperamos que esta reparación sea la definitiva para poder solucionar las filtraciones de agua que se producen en episodios de fuertes lluvias”.

Distribución de tenencias de alcaldía

El pleno ya ha dejado bien visibles los primeros movimientos tras quedarse el PP solo a gobernar en minoría. Así, la sesión ha dado cuenta del pase como concejal no adscrito del concejal Javier Alonso (ex de Ciudadanos), así como la designación de los tenientes de alcalde tras la salida del equipo de gobierno de la formación naranja, por lo que lógicamente todas recaen en manos de ediles del PP. La primera tenencia de alcaldía la asume Carlos Díaz, que renuncia a la dedicación exclusiva que sí tenía su antecesora en el cargo, Cristina Fernández (Cs). La segunda la ocupa Rosa Mari Gil, la tercera la controla Arturo Martí, la cuarta va a parar a Elena Llobell y la quinta, a Vanessa Batalla.

Tal como puntualizan desde el PP, estos cinco ediles populares seguirán cobrando la misma remuneración (2.300 euros distribuidos en 14 pagas), pese a encargarse ahora de más competencias tras expulsar a Cs del gobierno.