Burriana estudia acabar con los problemas de inundabilidad de la calle Ribesalbes, ubicada en segunda línea de playa y que resultó muy perjudicada durante las fuertes lluvias del 11 y 12 de noviembre. El Ayuntamiento y los vecinos se han reunido para abordar una solución que pasaría por invertir cerca de 2,5 millones de euros en urbanizar la zona.
El encuentro tuvo lugar ayer en el salón de plenos y contó con la presencia, entre otros, de la alcaldesa, Maria Josep Safont; el concejal de Zona Marítima, Vicent Aparisi; el de Urbanismo, Bruno Arnandis, diferentes técnicos municipales, así como un nutrido grupo de vecinos afectados.
Los vecinos aprovecharon la ocasión para manifestar su descontento por los desperfectos que ocasiona la gran cantidad de agua acumulada con cada episodio de precipitaciones ya que todas las calles del entorno fueron urbanizadas hace años y sus viviendas se han quedado más bajas.
Esto deriva en que la escorrentía que llega por el camí Fondo se queda estancada en el vial y, de hecho, una unidad del Consorcio Provincial de Bomberos tuvo que estar 48 horas dragando con una bomba al no tener salida de alcantarillado.
Se trata de una problemática arrastrada con el paso de los años puesto que sobre este espacio pesan las unidades de ejecución A-13 y A-34 con varios intentos para llevarlas a cabo, pero infructuosos por falta de acuerdo entre los propietarios.
A partir de enero
Aparisi declaró que "desde el equipo de gobierno tenemos la voluntad de trabajar por poner fin a esta situación que llevan arrastrando tanto tiempo" y por eso, el departamento de urbanismo del consistorio analizará a partir de enero del próximo año cuál sería la fórmula más adecuada para desarrollar la unidad de ejecución.
Así, la resolución se atisba compleja por, de una parte, la elevada inversión para realizar los trabajos reflejada en un estudio que se hizo en la zona en 2014, y por otro lado, la modalidad de gestión urbanística que podría ser de forma directa por el Ayuntamiento o por los propietarios.
